El Ayuntamiento ya ha puesto precio al arreglo de la calle La Camposa, perpendicular a San Francisco, que se encuentra en un lamentable estado por la falta de mantenimiento. Costará 75.000 euros, de los que el 65% lo deberán aportar los vecinos y el 35% será dinero público si se firma el convenio de colaboración como se ha hecho en otras zonas de la ciudad. 

Sin embargo, la actuación eliminará la posibilidad de que este entorno pueda continuar con una zona de aparcamiento de vehículos, dado que la elevada pendiente para garantizar el acceso a las casas hace que solo se pueda disponer de un viario de 5 metros, que es el mínimo exigido por el Código Técnico de la Edificación para garantizar el acceso de los servicios de emergencias. «Se actuaría sobre 347 metros cuadrados y no cabría la posibilidad de dejar zonas de aparcamiento. En la parte izquierda hay una rampa y en la derecha hay escaleras de acceso a las viviendas, que hay que mantener. Hay que dejar un tramo de viario de 5 metros de ancho y el resto una acera que garantice el acceso a las viviendas», indicó el concejal de Fomento, Daniel Garabito. 

El área de Fomento ya ha remitido a los vecinos la propuesta elaborada por los técnicos para su estudio. La intervención se aprovechará para mejorar las canalizaciones de los servicios públicos de abastecimiento y saneamiento, telecomunicaciones y gas natural. También se renovará el alumbrado público y se colocarán barandillas en las zonas de la rampa y la escalera lateral. 

Cabe recordar que la calle Camposa es privada de uso privado, es decir es de un particular, pero los vecinos tienen servidumbre de paso y la responsabilidad de su arreglo. Es decir, es de todos al beneficiarse de ese espacio, al menos esa es la conclusión de un informe elaborado por un técnico de la Gerencia de Fomento. 

El propietario ha mostrado su intención de ceder la vía al Ayuntamiento pero la administración local solo la aceptará una vez arreglada. Para facilitar la actuación se ofrece la firma del convenio de colaboración 65-35 al que se han acogido con éxito otras zonas de las ciudad con espacios privados de uso público, el último la plaza de San José. «Es un buen convenio. Ahora es un suelo privado de uso privado. Si ellos quieren acometer esa actuación para ceder la calle a la ciudad, el Ayuntamiento ayuda», insiste el concejal de Fomento. 

A estudio vecinal. Los vecinos de la calle estudiarán en las próximas semanas la propuesta municipal pero hay que tener en cuenta que no existe una comunidad de vecinos como tal que agrupe a todos y hay viviendas vacías, lo que dificultará la decisión final. «Será complicado que los residentes, que no son propietarios de la calle, quieran pagar entre 4.000 y 5.000 euros y además se supriman las plazas de aparcamiento», indicó David del Cura, uno de los residentes.

En su opinión, desde el Ayuntamiento se está abordando el arreglo de la calle como otras cesiones de parcelas o vías que son propiedad de comunidades de vecinos. «En este caso la situación de partida es bien distinta. La vía es de un solo propietario y en el planteamiento urbanístico figura como vía pública», añadió, al tiempo que recordó que son 15 vecinos. 

Mientras la vía seguirá llena de socavones, hundimientos y falta de asfaltados, lo que ofrece un aspecto muy degradado.