La Consejería de Sanidad ha informado esta semana de que comprará un segundo robot Da Vinci para el hospital de Salamanca y para el vallisoletano Río Hortega, donde el primer equipo de estas características se instaló a la vez que en el HUBU, en 2018. Sin embargo, la dirección del complejo asistencial de la capital ha descartado dar este paso y, según fuentes oficiales, no ha demandado a Sacyl el segundo robot. Y eso a pesar del incremento de la cirugía robótica tras el fin de la pandemia en el HUBU y de que los pacientes la demandan cada vez más; especialmente, en Urología, que ya opera tres días a la semana con este equipo.
De hecho, la Consejería de Sanidad explicó esta semana en las Cortes de Castilla y León que el objetivo de la incorporación de nuevos equipos es aumentar el número de extracciones radicales de próstata mediante cirugía robótica. Entre otras cosas, porque es una técnica mínimamente invasiva y más precisa que la tradicional, lo cual minimiza el riesgo de secuelas con grave afección para la calidad de vida de los hombres como son la incontinencia o la impotencia sexual. A esto hay que añadir que el postoperatorio es más corto y menos doloroso para el paciente, que retoma antes la normalidad.
Así, durante una jornada de prevención del cáncer de próstata, se indicó que no solo se procederá a comprar otros dos equipos para el Río Hortega y para el hospital de Salamanca, sino que se incorporará el primero en el Clínico de Valladolid y en los hospitales de Zamora, Palencia, Segovia, Ávila, Soria y El Bierzo.
La apuesta de la Consejería de Sanidad es importante, si bien es cierto que no especifica en qué margen de tiempo hará semejante inversión. Lo que sí parece obvio es que el HUBU se queda fuera -también el hospital de León-, aunque fuentes no oficiales del hospital indicaron a este periódico que «en cifras ya estamos a la altura de los demás» y que en el momento en el que se materialice esta ampliación de equipamiento en Salamanca y Valladolid, se pedirá en Burgos.