El Vicerrectorado de Estudiantes de la Universidad de Burgos remitió a la Consejería de Educación el pasado octubre las notas de corte definitivas que guiarán a los estudiantes que el próximo curso quieran acceder a un grado universitario con límite de plazas. Estas calificaciones son fruto del cierre de matrícula y vienen a confirmar el descenso generalizado de las mismas que ya se anticipaba en los plazos iniciales de acceso que tuvieron lugar en el mes de julio, salvo con tres excepciones, como son las de Enfermería, Ingeniería Informática y el doble de Mecánica y Electrónica Industrial.
Con 85 plazas, 25 más de las que se ofertaban en el ejercicio 2021-2022, Enfermería registra un nuevo incremento de su nota de corte, que pasa del 11,036 al 11,2 con el que entró este año el último matriculado, convirtiéndose así en la carrera con mayor exigencia académica del campus para los alumnos de nuevo ingreso. No obstante, se trata de cuatro décimas menos que la nota que se requirió a finales de julio y se sitúa aún por debajo con las que cerró en 2020 y 2021.
Seguido de cerca se encuentra el doble grado de Ingeniería Mecánica y Electrónica Industrial, con una puntuación de 10,921 de un total de 14, contando las ponderaciones de las asignaturas específicas que los estudiantes eligen en la EBAU. En este caso, se incrementa en tres décimas respecto a la de hace un año, pero no sufre variaciones en comparación con julio debido a que tan solo oferta 20 plazas. Por el momento, la institución académica no se plantea un incremento de las mismas, que siempre está condicionado a la plantilla docente.
La vicerrectora de Estudiantes, Verónica Calderón, sostiene que se trata de un título con unas características muy específicas, principalmente vinculadas a la formación práctica del alumnado, además de que recuerda que se puede acceder a sendas ingenierías por separado y después simultanear estudios hasta conseguir la doble titulación, si bien este camino se extiende más en el tiempo.
A mucha más distancia que las anteriores, pero manteniendo esa tendencia al alza, figura Ingeniería Informática, con 75 vacantes en la modalidad presencial y 100 en la online. Su empleabilidad del 100%, que incluso comienza antes de que los universitarios terminen la carera, incrementa una demanda que ya comenzó a notarse desde hace un tiempo. Su nota de corte ha pasado del 6,321 al 6,762, experimentando el crecimiento más elevado en el conjunto de títulos con números clausus. También se endurece en el formato a distancia (5,5).
El baile de cifras en las calificaciones para cursar una carrera con más demanda que oferta de plazas se produce en la mayor parte de grados con estas características debido a los movimientos de matrícula propiciados por las diferentes fechas de admisión que plantea cada comunidad autónoma en su distrito universitario, lo que provoca anulaciones y el consiguiente traslado de expediente desde que se abre el plazo hasta que se cierra entrado septiembre. Esto ha propiciado que el alza inicial de la puntuación mínima que se preveía para los estudios de Psicología se haya traducido al final en un leve descenso de la misma al pasar del 10,259 de hace un año al 10,118 en su modalidad presencial, la más solicitada. En la online se produce una fuerte caída desde el 7,5 al 5,4.
Fluctuación. En el primer caso, Calderón resta importancia a esa rebaja, que atribuye a la fluctuación propia de la consolidación de un título que comenzó a impartirse el pasado ejercicio académico, mientras que la explicación para el segundo radica en el perfil de su estudiantado. «Muchos de los estudiantes que optan por la formación online ya disponen de una titulación previa», manifiesta.
Esa evolución a la baja se repite en otros títulos como el de Ingeniería de la Salud, que registra un 8,532, después de que hace un año su nota de corte llegara a su máximo nivel desde su implantación en el ejercicio 2019-20 con un 9,384, y se acentúa en Diseño de Videojuegos, que cae del 8 al 5,8, en Terapia Ocupacional del 7,074 a 5,295, y en el doble de Derecho y ADE, de un 9,3 a un 6,7 del último matriculado este año, que a su vez marca la nota mínima de los últimos seis años. Menor descenso registran las carreras relacionadas con la enseñanza, pasando Maestro de Educación Infantil de un 6,7 a un 5,9 y Maestro de Primaria, de un 6,6 a 5,08.
Respecto a estos últimos grados, Calderón subraya que esta circunstancia, al igual que el resto que presenta esta evolución, nada tiene que ver con la calidad de las titulaciones. De hecho, hace hincapié en el mantenimiento de una demanda que, según expone, se ha trasladado de forma generalizada a todo el campus local al haber registrado un récord de alumnos de nuevo ingreso y de preinscripciones.