Contemplando desde los satélites los últimos quince años de vida de Burgos capital, cabe la pregunta de cómo sería esta ciudad si no hubiese padecido la crisis económica más grave de su historia reciente, la del caos en la construcción, desatada en 2007, y una pandemia que condicionó su vida por espacio de 3 años, 8 meses y 19 días.

Dos hechos históricos y trágicos que no han impedido que la ciudad, quizá con menor velocidad de la esperada, crezca. La foto fija captada por los satélites de Google Earth Pro (fotos arriba y abajo) recoge los cambios de quince años de evolución, desde el verano de 2007 al verano de 2023.

La trama urbana de la ciudad ha ensanchado gracias a la transformación propiciada principalmente por la desaparición del ferrocarril. En el verano de 2007 (foto de arriba) todavía quedaba algo más de un año para que el último tren cruzase por interior de la ciudad. El 15 de diciembre de 2008 entraba en funcionamiento el desvío ferroviario, que motivó el crecimiento residencial del entorno de Cellophane y la vieja estación, y también de la nueva estación y Villímar (integrando el río Vena en la trama urbana). En menor medida, Fuentecillas y la prolongación de la avenida Valentín Niño también verían una nueva etapa.

El polígono de Villalonquéjar se acerca a Villatoro en su cuarta fase, con sus gigantescas plataformas logísticas visibles desde el espacio y el entorno de Villafría ya dibuja lo que será su ampliación junto al aeropuerto, que ha conocido su auge y declive en unos pocos años.

El satélite capta la fábrica de la Nueva Bureba de Campofrío y las dimensiones que ha alcanzado el enorme complejo de Kronospan, en Castañares. el HUBU, el blanco de las gradas del nuevo Plantío y el círculo perfecto de la techumbre del Coliseum.

En las imágenes de 2007 no solo se observan los últimos retoques al desvío ferroviario, sino que las obras de construcción de los últimos tramos del anillo vial de la ciudad están a plena actividad.

Son las salidas del ferrocarril y del tráfico rodado de tránsito las que van a abrir el espacio urbano de Burgos y permitir su expansión. Cabe preguntarse, de nuevo, cómo hubiese sido ésta si no llega a estallar la crisis del ladrillo y las hipotecas.

Cultura. Aunque pasa más inadvertido para el ojo de los satélites, el centro histórico también se transforma aunque mantiene sus dimensiones. De entrada, de las fotografías desaparecen el antiguo hospital General Yagüe y los coches de la orilla sur del Arlanzón. Allí se levanta el Complejo de la Evolución Humana, la actuación más sobresaliente del periodo analizado desde el espacio, y nace el paseo de la Sierra de Atapuerca presidido por la recreación natural en un jardín del lugar donde se encontraron los rastros del Homo antecessor.

La primera foro satelital de Burgos reproducida por Google data de 1984. Todavía faltaban 8 años para los hallazgos de los restos de la Sima de los Huesos que darían fama mundial a Atapuerca y Burgos. Aquella imagen permitía adivinar el contorno de la urbe, aunque con poca nitidez. Se han sucedido y actualizado las imágenes en 2005, 2008, 2011, 2016 y en los últimos tiempos el paso del satélite es anual. El último fue el pasado mes de septiembre y la calidad de la imagen permite captar con nitidez cómo es hoy la ciudad.

Es más que evidente que Villalonquéjar empieza a estar colmado y que los entornos de Villímar y la nueva estación del AVE esperan su desarrollo urbanístico. Villafría y Castañares son la continuidad natural de un enorme polígono, el de Burgos-Este, que en los últimos quince años ha sido poco a poco engullido por la ciudad. Los satélites captarán en próximas pasadas cómo las fábricas sortean la circunvalación y se expanden, por fin, camino del Parque Tecnológico.