«No somos de nadie» es la frase que más repite Edurne Velado, la directora del IES La Providencia, de Medina de Pomar, el único junto con otro de Zamora que depende de un Ayuntamiento en toda la región y lleva más de una década esperando que la Consejería de Educación tome las riendas del centro. Ante el paso de los años y la constante reivindicación del grupo de gobierno medinés sin respuesta de ningún tipo por parte del gobierno autonómico, Velado no duda en afirmar que «nos sentimos abandonados por la Junta de Castilla y León».
En el IES La Providencia una de las mayores dificultades reside en la contratación del profesorado, puesto que muy pocos profesionales se interesan por las plazas vacantes, algo que achacan al rechazo a trabajar en el medio rural y la falta de atractivo de las condiciones de contratación, al ser ofertas, en algunos casos, de sustitución por bajas del titular, o con un máximo de 3 años por interinidad cuando se ocupa una plaza vacante. Este hecho ha conllevado que el Consistorio haya tenido que ampliar hasta en siete ocasiones la bolsa de empleo de profesores del área de Informática, donde hay dos plazas -una vacante y una baja- sin cubrir con la preocupación que ello está generando entre los padres de alumnos y en el propio centro.
El tribunal clasificador analizó ayer los documentos presentados por el único candidato que se ha presentado en la séptima ampliación de la bolsa de empleo para esta plaza, donde hay ya otros 14 informáticos inscritos, pero que han rechazado reiteradamente las ofertas de trabajo porque ya están ocupados. Si todo va bien, se podrá incorporar la próxima semana, con dos meses de retraso sobre el comienzo del curso, lo que ha llevado a alumnos, sobre todo, del grado medio, a ausentarse de las clases.
El profesor Javier Muriel, llegado de Málaga, enseña a alumnos de Electromecánica. - Foto: A.C.Al haber solo un interesado en la ampliación de la bolsa, sigue pendiente de cubrirse una baja por enfermedad que también afecta al ciclo de Informática y otra de Inglés, una materia que hasta ahora impartía una docente sin la titulación que ahora exige Educación. Así, el centro ha llegado a noviembre con solo 11 de los 14 profesores de la plantilla que requieren sus ciclos de FPbásicos y medios en las ramas de Informática y Electromecánica y el superior de Informática.
Desde la dirección y el Ayuntamiento, donde la gestión de las contrataciones de profesores es un constante quebradero de cabeza, defienden que si el instituto dependiera de la Administración regional la cobertura de plazas sería más fácil, al dar opción a los profesores a traslados a otros institutos, mejores condiciones e incluso mayor salario. Mientras llega, la Junta de Castilla y León sostiene todos los gastos del centro con casi 800.000 euros anuales. Pero La Providencia sufre carencias, como la ausencia de personal administrativo, una tarea con la que carga la dirección, o de conserjes que atiendan las peticiones básicas de los alumnos quienes hasta para pedir una escoba tocan la puerta del despacho de la directora. Tampoco hay servicio de orientación para los alumnos en el centro, donde la dotación de ordenadores y material «es muy buena», a juicio de Velado que admite que en ese aspecto el Ayuntamiento «se vuelca». En los últimos años también ha invertido en el antiguo edificio con nuevas ventanas o baños en la planta baja.
Pese a ello, Edurne Velado insiste en su proyecto de convertir La Providencia «en un centro de referencia, aunque cuesta mucho porque no tengo profesores» y seguirá luchando por implantar el ciclo superior de Electromecánica de Vehículos y así completar en Medina el proceso educativo de los chavales que se matriculan en la FPBásica y el ciclo de grado medio de esta rama. Este curso, en primero de grado medio de Electromecánica se han inscrito 20 alumnos, el máximo, y algunas peticiones han tenido que ser rechazadas, lo que es un motivo de satisfacción en La Providencia que el pasado curso sorprendió en la Muestra de FP organizada por Educación en Burgos con un bugui propulsado por hidrógeno y una maqueta del Alcázar con varios ordenadores donde jugar a la versión medinesa del Minecraft. Alumnos del ciclo superior de Informática crearon el videojuego, en el que se puede entrar en el Alcázar e incluso en el edificio de La Providencia.
Erasmus +. Dar salida a este juego y que se pueda disfrutar fuera del centro es otro de los proyectos de la directora que acaba de regresar de la ciudad italiana de Trento, donde los días 30 y 31 de octubre participó en un encuentro del proyecto TEACH junto a docentes de cinco países, entre ellos, también del IES Salesianos Padre Aramburu, de Burgos. Juntos han visitado centros donde se enseña y motiva al alumnado mediante retos y siempre, bajo el prisma de la sostenibilidad y la Agenda 2030. Este curso se formará al profesorado e idearán los retos y el próximo, se pondrán en práctica.