Pantallas Amigas es una iniciativa que tiene como misión la promoción del uso seguro y saludable de las nuevas tecnologías y el fomento de la ciudadanía digital responsable en la infancia y la adolescencia. Un colectivo con bastante actividad que dirige este Licenciado en informática, director y autor de varias publicaciones y materiales didácticos, con especial énfasis en el grooming, el ciberbullying y el sexting.
Con cuatro ponencias se desarrolló ayer la Jornada Marisa Villaquirán Medina, una actividad encaminada a favorecer la igualdad que este año se ha centrado en el programa Irene, para información, formación y prevención de la violencia sexual en jóvenes y adolescentes. Las nuevas tecnologías se desvelan como medios que a veces permite perpetuar la desigualdad y comportamientos violentos entre los jóvenes y los adolescentes, y el ciberacoso es una problemática en auge.
Vemos en nuestra vida cotidiana que las tecnologías están cada vez más presentes, en todos los ámbitos de nuestra vida. ¿Facilitan también los comportamientos violentos relacionados con el género?
Independientemente de las causas estructurales de la sociedad en la que vivimos, en la que no están superados determinados retos en cuanto a la igualdad y la violencia de género, con internet se dan tres factores fundamentales. Por un lado estamos expuestos y expuestas a contenidos en la red que no tienen filtro y por lo tanto pueden hacer un efecto llamada a ese tipo de violencia, o por lo menos a normalizarla. En segundo lugar tenemos acceso a nuestras parejas de forma permanente, no solo a través de las redes sociales y la falta de privacidad en las transmisiones a terceros, sino también a través de los programas de mensajería instantáneas como el whatsapp. Y una tercera parte, y muy relevante, está en que internet, por sus características, es un entorno muy asimétrico entre lo que es una víctima y una persona agresora.
¿En qué sentido?
Quien quiere hacer daño lo puede hacer de forma muy muy sencilla, y además el daño puede ser muy grande. A ello se une que normalmente muchas veces este daño queda impune. Y es que la víctima tiene muchas dificultadas para identificar a quien le hace daño, y más aún para enjuiciar a esa persona
¿Hay tipología predominante en la víctima del ciberacoso?
En ciberviolencia de género, por un lado, en aquellos casos en los que se produce en el seno de las parajes o exparejas, quizás pueda haber algún factor de riesgo en las personas que no gestionan muy bien la tecnología. Es la falta de experiencia en el manejo de estos dispositivos tecnológicos y, obviamente, las ganas de hacer daño. Son personas que son más susceptibles de sufrirla. Luego, en internet, los patrones han cambiado y cualquiera puede ejercer violencia de género con demasiada facilidad, tanto psicológica como sexual.
Un ejemplos sería cuando un miembro de la pareja obliga al otro a dejarle acceso al whatsapp, al correo o las llamadas... ¿sería un indicativo?
Es una clara situación de coacción. Se está limitando la libertad de la otra persona y se está limitando su privacidad. Se dañan su derechos fundamentales y es un acceso de violencia psicológica evidente.
¿Cómo se controla? Es cuestión de control policial, de concienciación, de normativa...
De fondo está la importante labor que desde hace muchos años están haciendo las y los profesionales de igualdad para cambiar esos valores y eso patrones que existen en la sociedad, patrones patriarcales y machistas. Sigue siendo difícil también porque tenemos un entorno que está menos controlado y vigilado. Si hay un anuncio machista en los medios de comunicación tradicionales automáticamente se bloquea, pero puede haber muchos contenidos de este tipo en la red que no se controlan. También tenemos que tomar conciencia y espíritu crítico, saber que vamos a estar expuestas y expuestos a esos contenidos, pero también podemos realizar actividades de denuncia, incluso empleando la propia red para denunciar este tipo de prácticas.
¿En la red el daño siempre es intencionado?
Ocurre que a veces el que hace daño a través de internet no sabe que lo está haciendo, no es consciente de lo que hace y que ello llega a mucha gente. Es importante la empatía del que ejerce esa violencia a través de los medio tecnológicos, para que sea consciente de que está provocando un daño en otros.