Los nitratos en el agua han generado a lo largo de este último año un verdadero quebradero de cabeza a los vecinos de un buen número de pueblos burgaleses, que no les ha quedado más remedio que comprar garrafas por su cuenta o tirar de los parches que ha puesto cada Ayuntamiento. La imposibilidad de beber agua del grifo al tener un valor por encima de lo permitido (50 mg/litro) ha provocado que a los alcaldes no les haya quedado más remedio que buscar soluciones urgentes y redactar proyectos con la máxima rapidez posible para ejecutar las obras necesarias, aunque en este momento la inmensa mayoría se encuentra a la espera de que la Diputación de Burgos resuelva las ayudas del ciclo del agua.
En Villafruela, en cambio, no han querido demorar más la solución y han empleado el dinero de los Planes Provinciales para instalar una máquina de ósmosis. «Se montará en el local donde tenemos la captación de agua y así conseguiremos eliminar nitratos», explica el alcalde, Rodrigo Álvaro. El coste total rondará los 50.000 euros y esperan que funcione en un mes, ya que en estos momentos se está fabricando y luego solo se trataría de realizar la instalación de la misma. El regidor reconoce que fueron de los primeros pueblos que sufrieron el problema y que desconocían si iba a haber ayudas específicas.
Los vecinos de este municipio de Arlanza se han apañado en el último año por su cuenta, comprando garrafas. «Vimos que en muchos pueblos era un poco desastre lo de comprar agua embotellada y que la gente acababa abusando de ello, porque como era regalado se iba a por ello sin control», comenta Álvaro. Así, el Ayuntamiento ha decidido ahora «compensarlo» sin pasar la factura de agua. «Solo vamos a cobrar la parte fija del recibo, el consumo que ha habido de agua no lo cobraremos», comenta.
Felipe y David se llevan sus garrafas llenas gracias a este enorme ‘depósito’ que está instalado desde agosto en el pueblo. - Foto: PatriciaLa mayoría de las localidades afectadas ansían arrancar pronto las obras. En el caso de Cilleruelo de Abajo han optado por colocar un grifo 'público' para que la gente pueda acudir allí. «Lo hemos certificado con la Junta de Castilla y León y hemos realizado los análisis necesarios para confirmar que se puede consumir», expone el alcalde, Domingo López. Este pueblo de Arlanza empezó repartiendo garrafas para todos sus vecinos, pero comprobaron que «no era una medida sostenible en el tiempo» y de ahí que tomasen la decisión de poner este desnitrificador en la calle con un coste de unos 3.000 euros. «En verano tampoco hubiésemos podido abastecer con botellas con la cantidad de gente que viene, es inviable. Eso sí, este grifo tampoco es una solución a futuro», aclara.
Desde Cilleruelo de Abajo avanzan que han preparado un proyecto para realizar una captación y se ha presentado a la convocatoria del agua. «Estamos a la espera de la resolución para iniciar las obras y ya hemos tramitado los permisos con la Junta puesto que lo haremos donde tenemos el depósito actual», asegura el regidor. La ejecución rondará los 80.000 euros. «Con el pozo intentamos buscar agua apta para el consumo y dar respuesta a la escasez de agua que tenemos en los meses de verano», argumenta.
También en Villamayor de los Montes han puesto un desnitrificador para «que cada vecino pueda coger agua a la hora que quiera» y dar una solución inmediata. Así, se ha querido ofrecer este servicio con un grifo en la parte trasera del consultorio médico. Aún no han realizado obras grandes en este sentido y el objetivo pasa por llevar a cabo una nueva captación. «Aunque se tarde en la captación, por lo menos lo hacemos bien», afirma el alcalde, Erik Hernando.
En Citores del Páramo esperan que se resuelva pronto la ayuda de la institución provincial. Quieren hacer una nueva instalación «para dar agua que se pueda consumir» y que tendrá un coste de 40.000 euros, pero sin la subvención resultará imposible, expone el alcalde David López. Cada vecino se busca la vida porque el pueblo «no tiene presupuesto para repartir garrafas». Si logran la ayuda van a rehacer una captación para solucionar también el problema de cantidad. La situación en Villanueva de Odra es similar y para su potabilizadora invertirán 42.000 euros. «Lo tenemos todo listo, solo nos falta el dinero. Con nuestros ingresos es imposible asumir una obra así», asegura el alcalde, César Marcos. Mientras, el Ayuntamiento de Castrojeriz lleva garrafas a Valbonilla.
Muchos pueblos de Ribera también se han visto afectados por los nitratos. En Fuentelcésped, por ejemplo, han habilitado un punto de agua potable en el edificio del Cuartelillo mientras se sigue trabajando en instalar una potabilizadora. Otros, como Tórtoles de Esgueva, apostaron por un equipo de ósmosis y otro de intercambio de resina en los de Villovela, con un coste de 200.000 euros, según avanzó este periódico en junio.
Sin medidas a la vista. La alcaldesa de Santibáñez Zarzaguda, María del Amor Andrade, menciona que en su caso tenían un nivel de nitratos ligeramente superior a los 50 mg/litro. Los últimos análisis han estado por debajo de esa cifra máxima permitida y por ello desde el Ayuntamiento no se plantean tomar medidas por ahora. Eso sí, menciona que en las pedanías sí se buscan soluciones para acabar con este problema y que en Avellanosa del Páramo, por ejemplo, han colocado un desnitrificador en un edificio municipal.
En el caso de Susinos del Páramo también tienen presencia de nitratos en su agua, pero el Ayuntamiento no planea medidas a corto plazo. «La gente se trae sus botellas y así consumimos el agua. Habitualmente vive poca gente y de momento no hemos buscado soluciones», expone la alcaldesa, Amparo Vivar. Sí van a tener alguna reunión para ver qué medidas se pueden tomar, pero lo cierto es que tampoco han acudido a la convocatoria de subvenciones de la Diputación.