Atrás quedan las tormentas y la inestabilidad que retrasó unas semanas la llegada del calor de verdad. Superada la primera mitad del mes de junio comienza una nueva temporada de verano en las piscinas de Burgos. Es tiempo para el disfrute y para refrescar el cuerpo y el alma en plena canícula, pero este ocio estival vuelve a estar condicionado por la falta de socorristas titulados que vigilen el correcto desarrollo de las jornadas.
Este problema se arrastra desde hace años, pero el inicio de la campaña de 2023 refleja las dificultades que encuentran las administraciones y las empresas privadas para conseguir el número de socorristas necesario.
En el caso del Ayuntamiento de Burgos, las piscinas municipales necesitan la disponibilidad de 30 especialistas para cubrir todos los turnos de El Plantío, San Amaro y Capiscol. En este caso, la contratación de los socorristas se hace a través de una empresa de servicios y la previsión juega un papel fundamental.
Otros recintos deportivos de la ciudad como La Deportiva o el Talamillo también requieren la disponibilidad de personas formadas en centros homologados, al igual que las piscinas municipales disponibles en decenas de localidades de la provincia.
La demanda de socorristas contrasta con la realidad que viven los diferentes centros formadores. En el caso de la Federación de Salvamento y Socorrismo de Castilla y León, la temporada 2022-2023 se ha saldado con 15 nuevos socorristas federados en Burgos.
Este dato es el peor de las últimas diez temporadas y corta el impulso protagonizado el pasado curso con 22 titulaciones tramitadas para volver a las cifras ya registradas en el ejercicio 2020-2021, con 16 diplomados.
Lejos queda la positiva excepción del curso 15-16, cuando completaron el curso de formación 39 personas. Sin embargo, desde la Fecless asumen esta circunstancia con normalidad, apoyados en la experiencia. «Creemos que son ciclos. No lo achacamos a que sea un problema real porque la demanda sube unos años y baja en otros. Quizá en 2024 veamos una subida», zanjan.
En el caso de la provincia de Burgos la Federación Regional organiza un curso anual de formación y otro de reciclaje para dar cobertura a los socorristas ya titulados que quieren actualizar sus conocimientos.
La Fecless es una de las entidades formadoras a las que recurren administraciones y empresas en la temporada estival. La entidad deportiva, en este caso, traslada las ofertas disponibles a los socorristas con licencia en vigor y ellos son los que se ponen en contacto con los empleadores.
Aunque la experiencia invita a los interesados a mover ficha a partir del mes de abril, lo cierto es que la Fecless ha recibido a lo largo de este mes tres peticiones a la desesperada para cubrir las plazas demandadas cuando en muchos lugares ya ha comenzado la campaña estival. En algunas ocasiones, las administraciones desconocen el procedimiento para estas contrataciones y en otras las licitaciones se adjudican demasiado tarde, dejando sin margen de maniobra a las empresas.