No solo de instituciones públicas y empresas viven las convocatorias de fondos europeos Next Generation. La Asociación Amigos de Barbadillo del Mercado quiere demostrar que un modesto proyecto cultural en una pequeña localidad de la Sierra de la Demanda merece la misma atención que los planes de reconstrucción postpandemia que presentan las poderosas maquinarias administrativas movidas por ejércitos de funcionarios o avispados consultores. Su sueño tiene un precio también asequible, poco más de 33.000 euros.
Barbadillo Suena se llama el proyecto que ha presentado este colectivo -con el respaldo de casi 400 socios y 30 años de experiencia- a la convocatoria abierta por el Ministerio de Cultura y Deporte para la modernización de las estructuras de gestión de las artes escénicas y de la música. Plantea dos intervenciones en el antiguo convento-iglesia de La Trinidad, un edificio que salvó de la ruina en 1999 y que ha convertido en su sede social, tras conseguir delArzobispado la cesión de uso. Ahora quiere dar un paso más y transformarlo en un dinamizador cultural para la comarca, que interactúe con otros equipamientos como el desfiladero de La Yecla, el cementerio de Sad Hill o el Monasterio de San Pedro de Arlanza, y que a la vez permita recuperar tradiciones y generar empleo.
El proyecto contempla una actuación interior y otra exterior. En La Nave Central, un espacio con aforo para 300 personas, la Asociación Amigos de Barbadillo del Mercado quiere la renovar todo el equipo de sonido, iluminación, proyección y emisión en directo. En el patio anexo al cenobio, que los monjes cultivaban y que hoy está abandonado, se ha diseñado La Huerta del Convento con la ayuda del estudio de arquitectura _dadomm (Fernando da Silva). Se trataría de un espacio exterior de 350 metros cuadrados para la realización de eventos seguros, adecuado a las medidas sanitarias que ha impuesto la pandemia.
La Asociación considera que tiene opciones de conseguir la subvención del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno, al que concurre con la ayuda de El Valle Digital en la redacción del proyecto. «Este plan ayuda a la cohesión territorial, que llegue la cultura a todas las partes del país; a la transición ecológica con la concienciación de recuperar espacios abandonados de bajo consumo energético; etc.», comenta Beatriz Caraballo, presidenta de la asociación cultural.
Estado actual de las huertas. - Foto: DB«Queremos que sea un espacio interior y exterior innovador en el que organizar conferencias, presentaciones culturales, proyecciones, pequeños conciertos, obras de teatro, entre otras actividades», expone Caraballo. «Además, este proyecto tiene un especial componente sentimental. Ya es hora de que esas generaciones de nuestros abuelos que han trabajado y mucho las tierras castellanas para conseguir alimento disfruten ahora de esos mismos terrenos a través de la cultura. Se lo han ganado con creces», apostilla.
En los planes de Amigos de Barbadillo del Mercado también está la contribución a la transmisión del acervo cultural del municipio, como las danzas típicas de El Reinado, Las Lambradas y La Campiña, que las nuevas generaciones no han aprendido por falta de espacio y de personas dedicadas a la enseñanza de estos bailes tradicionales, lo que también podría generar empleo. Asimismo, la asociación ve la cultura y el ocio como un aliciente para que quienes teletrabajan prolonguen sus estancias, una vez que la conexión está garantizada con la llegada de la fibra óptica, y para conseguir una «desestacionalización» de su propia actividad, hoy claramente marcada por los flujos de visitantes y por la época estival.
Llegue o no la ayuda de la UE a través de Cultura,Caraballo expresa su fe en Barbadillo Suena. «No nos daremos por vencidos, conseguiremos sacar adelante esta idea de una u otra forma», concluye.