Un proyecto de ecoturismo en Pineda ofrecerá cabañas de madera

R.E. MAESTRO / Pineda
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Félix Antolín ya ha iniciado los trámites para desarrollar una iniciativa que incluye 3 casas prefabricadas de 40 metros cuadrados y otra grande, tipo suite, de 60. Además, construirá una pequeña piscina cerca

Vista exterior del aspecto que presentarán las cabañas, que contarán con una sola planta, habitación con baño y terraza. - Foto: DB

«Siempre he querido montar algo en mi pueblo y quería hacer una cosa original, no la típica casa rural», explica Félix Antolín, que ha visto en el ecoturismo una fantástica opción para impulsar Pineda de la Sierra. En su proyecto planea crear cuatro cabañas de madera y un merendero con el fin de que los visitantes puedan disfrutar de una experiencia única que ayude a aumentar el atractivo de esta zona, por lo que ya ha iniciado todos los trámites necesarios y ahora espera el visto bueno para su ejecución.

La superficie arbolada donde se ubicará cuenta con 7.135 metros cuadrados y se colocarán tres cabañas pequeñas de 40 metros cuadrados y otra grande de 60, tipo suite, con sala de estar. Tendrán forma rectangular, una sola planta, una habitación con baño y terraza privada. Además, en este espacio arbolado se incluirá un merendero con comedor, de unos 30 metros cuadrados, que contará con una piscina de 20 metros cuadrados con un sistema sostenible de depuración por salinizado. El presupuesto total asciende a 229.180 euros, pero el promotor ya avanza que empezará poco a poco e irá viendo cómo funciona el negocio.

Las edificaciones se sujetarán con troncos de madera empotrados en el terreno, a modo de pilotes, de dos a cinco metros, dependiendo del desnivel del terreno. Este vecino de Pineda reconoce que le apasiona la naturaleza y cree que este entorno ofrece múltiples posibilidades de cara al turismo, ya que cuenta con zonas aptas para bicicletas y también para la recogida de setas. Así, pretende crear a partir de sus alojamientos turísticos -que se podrán alquilar- diversas actividades y atractivos, aunque por ahora se centra en obtener todos los permisos necesarios del Ayuntamiento y de Urbanismo para poder arrancar con su sueño.

La estructura de las diversas edificaciones se ejecutará con módulos prefabricados de entramado ligero de madera, que incluirá un aislamiento térmico ecológico con panel semirrígido de nódulos de algodón reciclado o lana mineral, y para los acabados exteriores se emplearán tablas de madera de pino. Las instalaciones serán autosuficientes con calefacción de biomasa mediante estufa de pellets sin electricidad y se colocarán placas solares con batería para el suministro eléctrico y sistema de recogida de aguas de lluvia.

Las cabañas se quieren instalar en el denominado como parque Prado Grande, a tan solo un kilómetro del casco urbano del pueblo. Se trata de una parcela de 72.912 metros cuadrados, que tampoco posee grandes desniveles y una altitud media aproximada de 1.400 metros. Concretamente, la zona donde se llevarán a cabo las construcciones se encuentra rodeada de chopos. El principal objetivo del nuevo proyecto pasa por «dar vida» a esta parcela y convertir el pueblo, de un centenar de habitantes, en un punto de referencia a nivel energético y ambiental. También argumenta que el negocio permitirá crear uno o dos empleos cuando funcione a pleno rendimiento.

«Al principio quería unas cabañas de madera personalizadas, pero la idea que tenía era carísima, por lo que pensamos en una base que incorporará a los árboles sin apoyar el peso en ellos y encima unas casitas prefabricadas», asegura Antolín, que reconoce que ya ha visto negocios similares en Estados Unidos «con casas preciosas». Y aunque en la provincia no se estilan este tipo de construcciones, manifiesta que en otros puntos del país como Cataluña y País Vasco sí se pueden ver. «Siempre me han gustado las casas en los árboles y quería algo original», expone. Se ha embarcado en esta «aventura» y confía en recibir cuanto antes el visto bueno para hacerla realidad.