No consiguió el título de mejor mural del mundo, pero la intervención del burgalés Christian Sasa en la tienda de Los bizcochos de Carol del G-3 sí se acomodó en la séptima posición de la convocatoria lanzada por la plataforma Street Art Cities, una de las que más proyección tienen en el campo del arte callejero.
La corona de laureles viajó hasta Tilburgo (Países Bajos), para Papelera, un trabajo realizado por el Estudio Giftig, integrado por Kaspar van Leek y Niels van Swaemen, un alegato a la sostenibilidad, reciclaje y circularidad en un encargo de la empresa CVB Ecologistics.
El podio se completó con Travel Study, de Martín Ron, en Buenos Aires (Argentina), y Las manos de muchos, de Lian Murales, en Ondarroa, Vizcaya (España), dedicado a una tejedora. Cada uno se llevará un ladrillo único de la plataforma.
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Además del mural de Sasa, entre los cien mejores también se hallaba el que el italiano Peeta ejecutó en Geotelecom.