Ha sido un otoño de verdaderas alegrías para los amantes de las setas, que se han desplegado por los montes burgaleses sin descanso ni reparos en cantidad, formas y colores. Salas de los Infantes, pueblo pionero en la organización de jornadas micológicas de la sierra, es una de esas comunidades que queda atrapada año tras año en la búsqueda del esperado boletus, la lección de humildad en materia de conocimientos y la transmisión del respeto medioambiental. «Este mundillo es temporal, algo que aparece y luego no, es el misterio que tenemos», explicaba Anunciación García, ingeniera agrícola, bibliotecaria y conocida por sus vecinos como Titi. Tomó el relevo de su padre en la organización de este ciclo de devoción a los hongos que ya cumple 39 temporadas y que se inauguró el domingo con un paseo repleto de curiosidades y advertencias en los pinares próximos al Monumento del Caminero.
La ruta corría a cargo de Verónica Diosdado, técnica de gestión forestal de Pedrete Guiados, quien agradeció al municipio «que cuente con empresas locales para que la gente joven siga viviendo en los pueblos» y recordó la importancia de «conocer el monte para cuidarlo». Era una lección abierta e improvisada, igual que una Wikipedia presencial, en la que los participantes podían incorporar sus conocimientos y desmentir bulos. Se apreciaba la presencia de Ruth, una ingeniera de montes con gran pasión por la micología, que advirtió sobre los peligros de usar aplicaciones de identificación en el teléfono. «Tienen un descargo de la responsabilidad incluido, pueden servir para empezar, pero te pueden confundir una seta comestible con una venenosa», explicaba.
Cada alto en el camino dejaba a los participantes con la boca más abierta. Verónica señaló que los níscalos se podían encontrar en estas zonas de pinar y los ansiados boletus que todos esperaban descubrir en el suelo se acercaban a pinos gordos, robles y jaras. Rafael y Oihane, los recolectores más benjamines, disfrutaron del divertido polvo esporal de los pedos de lobo, mientras que los mayores aprendieron sus posibilidades desinfectantes. También conocieron los pinitos culinarios de las lepiotas, que pueden cocinarse como base de pizza o cachopos; y se introdujeron toques de novela negra con el uso de la seta del calamar por parte de Hitler para firmar sus cartas o la función de las yesqueras como sentenciadoras de muerte de los árboles.
La búsqueda de setas en las proximidades del Monumento al Caminero se intercaló con explicaciones - Foto: Iván LópezLas cestas iban acumulando lactarius, hygrocybes cónicas o russulas, sobre todo gracias a un trío de serranas afanadas en la posterior exposición del material en el Casino. «A mí me ha parecido muy importante tapar los hongos para que no se congele el micelio» recordaba Isabel Herrero a su hermana Leonor, mientras que Isabel Camarero se apuntó dejar en el pinar los níscalos en mal estado. Con gran ilusión, recordaron que nunca era tarde para saber respetar el monte.
Próximas actividades. El paseo didáctico fue el principio del intenso programa de las Jornadas Micológicas de Salas de los infantes. El martes 5 de noviembre tendrá lugar el taller «La colmena» a cargo de Pedrete Guiados, en el que se realizarán, entre otras cosas, bálsamos labiales de cera. El miércoles 6, la sede de las Amas de Casa acogerá un showcooking regentado por Alfonso Camarero (La Sastrería) y Luis Alberto Simón (El Cenador). Según Anunciación García, «como ha habido tantas setas, cocinarán con lo recolectado en la zona» y ofrecerán una degustación.
Del 6 al 8 de noviembre, la bibliotecaria impartirá charlas didácticas en el colegio Fernán González. También se establecerá un periodo de recepción y clasificación de setas de 11 a 13 horas, que serán expuestas de 18 a 20 en el Teatro Gran Casino junto a las obras del XXXIV concurso de Fotografía y Murales.
El jueves 7 de noviembre, el micólogo Fernando Sainz llevará a cabo una charla en el Instituto Alfoz de Lara, que repetirá el viernes en Aspanias. El veterinario Luis Parra ofrecerá la conferencia 'Micorrizas' en el auditorio Gran Casino el jueves a las 20 horas. Las jornadas se cerrarán el 8 de noviembre con una degustación popular de vinos en los salones parroquiales acompañada de música.