Aún queda mucho verano por delante y la previsión de la Agencia Estatal de Meterología avanza que el estío por fin se abrirá paso de verdad a partir de esta segunda quincena de julio. De confirmarse este pronóstico Burgos dejaría atrás la inestabilidad de los últimos meses, el agua de junio y el mal inicio de la estación más calurosa del año.
Quien tenga la sensación de que la primavera fue algo más fría no anda desencaminado. Esta conclusión, sin embargo, tiene sus matices porque los datos de la Aemet reflejan que en esos meses la temperatura media fue idéntica al valor correspondiente al periodo de referencia establecido entre 1991 y 2020.
Pero esos 9,6 grados de promedio registrados entre el 1 de marzo y el 31 de mayo sí contrastan con los 10,9 promediados en el mismo periodo de 2023. Aquella primavera fue sofocante y rompió moldes, ya que las cifras de 2022 son cercanas a las de este año con 9,8 grados de media.
Otra cosa son los valores de las precipitaciones.El Observatorio Meteorológico de Villafría confirma que los valores de agua pluvial recogida en primavera también fueron normales, si bien junio destacó con fuerza sobre los datos habituales.
El mes que abre el verano fue muy húmedo. El recuerdo de la gran tormenta caída el día 26 perdurará durante un tiempo. Aquella jornada se recogieron 38,8 litros por metro cuadrado para contribuir a que en junio se acumularan 79 litros/m2, 36 más respecto al valor de referencia establecido entre 1991 y 2020 (43 l/m2).
Esa inestabilidad contribuyó a que el pasado mes fuera ligeramente más frío (0,4 grados menos que la media) y esa tendencia se trasladó al comienzo de julio. Ya inmersos en la época estival, el comienzo es 1,9 grados inferior a lo normal en esta época del año. Sin embargo, la Agencia Estatal de Meteorología destaca que se trata de una circunstancia puntual y prevé el inicio inminente del verano en todo su esplendor.
La Aemet avanza una segunda quincena de julio y un mes de agostó más cálidos de lo normal en Burgos. Ello contribuirá a subir la 'bajas' temperaturas acumuladas hasta el momento en este inicio de mes y cerrar en septiembre una estación con valores normales o ligeramente más cálidos que la media.
Del mismo modo, los análisis previos destacan que el verano burgalés dejará temperaturas más bajas que los últimos dos años, que fueron muy cálidos. Además, las previsiones en clave nacional destacan que las lluvias podrían ser «más escasas de lo habitual» en todo el país, si bien los pantanos se encuentran en una situación más favorable que en el pasado reciente.