La factoría de Talgo en la vecina localidad alavesa de Rivabellosa representa uno de los principales centros de trabajo para los mirandeses. A diario, cientos de vecinos acuden a esta planta ubicada justo en la frontera, ya que incluso hay una pequeña porción de las instalaciones dentro del término municipal. Por ese motivo, el sindicato Comisiones Obreras ha colocado pancartas en Miranda, en las que denuncia los últimos despidos realizados por la dirección, que a su juicio, «no están justificados».Desde la sección sindical explican que se han producido cinco rescisiones de contrato, aunque en uno de los casos la empresa tuvo que reincorporar al empleado.
En CCOO explican que la factoría cuenta con varios pedidos en cartera, algo que no cuadra con la decisión de la empresa. Además, los representantes indican que al margen de la carga de trabajo con la que cuentan, también hay que valorar «los problemas que existen para incorporar mano de obra», ya que la competencia en el entorno de la ciudad por los perfiles de los operarios que fabrican los trenes complica la incorporación del personal cualificado.
Por todo esto, en la sección avanzan que han acudido a la Inspección de Trabajo y también puntualizan que «ya se han puestos las denuncias correspondientes» en el ámbito laboral. Ahora, esperan que se cumpla el procedimiento para ver si consiguen que la empresa cambie de opinión. De hecho, indican que cuatro de los despidos se han producido recientemente, aunque el quinto caso que mencionan se ha resuelto favorablemente, según entienden en el sindicato, «porque el trabajador fue readmitido», aclaran. Sobre este asunto particular, indican que se trató de un empleado con una incapacidad permanente total, que ha vuelto «en un puesto compatible con su estado de salud, en el mismo departamento en el que trabajaba anteriormente», detallan.
Por ahora, en la sección sindical apuntan que al margen de las pancartas colocadas en puntos de Miranda, «no vamos a realizar más acciones», ya que consideran que en la época veraniega no resulta propicio movilizarse, aunque no descartan tomar medidas cuando la normalidad vuelve en septiembre si es que la dirección no cambia un rumbo, que consideran negativo por las últimas decisiones en materia de personal.
Incertidumbre. En Comisiones admiten que la empresa aún tiene en cartera contratos muy cuantiosos, como en los que trabajan para Dinamarca o Alemania, aunque hay más pendientes. Sin embargo, la incertidumbre por la OPA abierta por un grupo húngaro se nota en las instalaciones, donde aún quedan muchas dudas por resolver «en un proceso que se está dilatando mucho», critican en CCOO, que recientemente se reunió con el Gobierno vasco para sumar apoyos, encaminados a garantizar los empleos en una factoría en la que tienen su ocupación más de 700 personas de una manera directa.