El ruido, el trasiego de las máquinas y el polvo levantado son los mejores indicadores de que una obra está en marcha. Los avances protagonizados en el futuro trazado de la A-73 que unirá las localidades de Quintanaortuño y Montorio suponen una gran noticia pero, mientras los pasos inferiores y los tubos de drenaje transversal se van asentando sobre el trazado, los sectores centrales de la autovía aAguilar de Campoo en la provincia de Burgos sigue empantanados en su proceso administrativo.
La A-73 se desarrolla de forma desigual.Si se cumplen los plazos establecidos, dentro de dos años estarán operativos 11,5 kilómetros más de doble vía y se habrán completado cuatro de los siete tramos que dividen la construcción. Pero la realidad es diferente hasta conectar con Pedrosa de Valdelucio.
El tiempo dirá si, para entonces, la situación será diferente para los trazados que conectarán Montorio conSanta Cruz delTozo (17 kilómetros) y Santa Cruz delTozo con el mencionado municipio de Pedrosa de Valdelucio (14,3 kilómetros).Ese es el deseo de los usuarios y de los municipios beneficiados por la autovía, pero la situación se alargará y no habrás novedades tangibles hasta la próxima década.
Y es que el Ministerio no se decide a licitar la actualización de los proyectos después de 14 años de un barbecho que no tiene fecha de reactivación. Fue el 11 de febrero de 2010 cuando se publicó en el BoletínOficial delEstado el proyecto de trazado del tramo Montorio–Santa Cruz del Tozo con un presupuesto base de licitación de 90 millones de euros.
Se determinó que el trazado pasaría por los términos municipales de Montorio, Úrbel del Castillo y Basconcillos del Tozo, con dos calzadas de 7 metros y tres enlacesprevistos en Huérmeces, La Nuez de Arriba y La Piedra. Una obra que contaría con 18 estructuras (ocho son pasos superiores, ocho pasos inferiores y dos viaductos).
Todo estaba preparado y, entonces, llegó el tijeretazo presupuestario de 2010. Desde entonces no se ha avanzado ni un paso en el proceso. Lo mismo ocurrió con el segmento entre Santa Cruz del Tozo y Pedrosa de Valdelucio. Los proyectos de estos tramos caducaron y en tres lustros no se ha movido un documento para desbloquear un asunto capital para las comunicaciones del norte.
Desde entonces se requiere una actualización completa de su proyecto, que se ha quedado completamente obsoleto desde que se aprobó. Este proceso se demorará, al menos, 24 meses para su aprobación inicial.Incluso este paso se presenta muy lejano en el tiempo y ni siquiera hay un horizonte aproximado para pensar en el desarrollo de los tramos pendientes.
Al menos, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible asegura que, llegado el momento - cuando tenga que llegar- todos los proyectos en desarrollo o planificados en ambas carreteras «tienen y tendrán la Declaración de Impacto Ambiental vigente» una vez concluido el periodo de prórroga concedido para mantener la validez de los documentos.
Mientras tanto, el último tramo de la A-73 que discurre íntegramente en la provincia de Palencia tampoco ha alcanzado aún los objetivos previstos a mediado el año 2024. El segmento que unirá Báscones de Valdivia y Aguilar de Campoo sí tiene en marcha la actualización de un proyecto que aún no ha visto la luz a la espera de concretar los detalles de esos 6 kilómetros fundamentales desde un punto de vista estratégico.No en vano, el municipio aguilarense será el nudo que conecte la futura A-73 con la A-67 para impulsar el recorrido hasta Torrelavega.
Este eje de comunicación por carretera mejorará la conexión de la zona oriental de Castilla y León con Cantabria y el corredor cantábrico. Sin embargo, en los últimos meses el Ministerio de Transportes aún no tenía claro cómo definir ese enlace entre las dos vías de alta capacidad.El Ineco se encarga de la actualización de ese proyecto, que deberá estar lista este año.