Todo estaba encarrilado, pero en el último momento el proceso encalló para volver a la casilla de salida. El calendario establecido fijaba la reapertura de la cafetería de la estación de trenes Rosa Manzano a lo largo del verano, pero el local de hostelería permanecerá cerrado, salvo nuevo giro de los acontecimientos, después de la renuncia protagonizada por el único interesado en hacerse cargo de su explotación.
El cartel que reza 'local disponible' permanece en un lugar prioritario de la entrada. El próximo 26 de diciembre se cumplirán cuatro años del último servicio ofrecido por el bar y los usuarios de la estación solo pueden echar mano de las dos máquinas expendedoras disponibles para matar el rato y llevarse algo al estómago durante la espera en la terminal.
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