A primera hora de la mañana de un día lluvioso que, para más señas, era el inicio de la operación salida de tráfico del verano de 2019. Darse a la fuga a toda velocidad por la AP-1 tras un hurto al descuido en un área de servicio parecía una misión complicada a tenor de que en jornadas como esa la Guardia Civil suele estar muy atenta a lo que ocurre en las carreteras. Sobre todo las que soportan un tránsito denso. De ahí que a una patrulla que se encontraba a la altura de Briviesca detectara al momento una maniobra irregular y una conducción temeraria del vehículo en el que viajaba el delincuente con otros compinches. Consiguieron darle el alto y sentarle en el banquillo. La jueza decretó seis meses de prisión y la Audiencia Provincial confirmó dicha sentencia.
Los hechos, que ambos fallos dan por probados, se remontan al 27 de julio de 2019. Sobre las 9:40 horas, dos personas se apoderaron al descuido de un bolso que llevaba una mujer que en ese momento se encontraba en el área de servicio de Briviesca, ubicado en el kilómetro 36 de la vieja autopista. Nada más cometer el robo, los ladrones se metieron en un Ford Mondeo que conducía el ahora condenado y que estaba estacionado allí y huyeron del lugar a toda velocidad.
A pocos kilómetros de allí, el vehículo intentó hacer un cambio de sentido prohibido para intentar despistar en caso de que les siguiesen. Sin embargo, lo que consiguió el conductor fue precisamente llamar la atención de una patrulla de la Guardia Civil que se encontraba realizando labores de vigilancia en la zona. Los agentes le vieron desde el carril contrario y decidieron darle el alto, pero el delincuente hizo caso omiso.
Comenzó entonces una espectacular persecución a toda velocidad por la AP-1 que duró entre cuatro y seis kilómetros. Durante la fuga, el vehículo infractor realizó varias maniobras negligentes, ya que zigzagueaba y adelantaba a otros coches sin señalizar y con pocas condiciones de seguridad. Llegó incluso a obligar a otros conductores a frenar para evitar que se produjera un accidente.
A la altura del kilómetro 24, el Ford Mondeo concluyó su huida. Los dos autores materiales del hurto se fueron a la carrera, pero al conductor no le dio tiempo a salir y los agentes consiguieron darle el alto. Fue en ese momento cuando los guardias civiles se percataron que el bolso, cuya sustracción acababa de ser denunciada, se encontraba en el asiento del copiloto. La víctima recuperó todos sus efectos personales.
La sentencia hace referencia a que aquel 27 de julio era una jornada marcada en rojo por la DGT, pues se trataba de un día de operación salida de verano. Por la AP-1 circulaba abundante tráfico y, además, llovía. Es por eso que el Juzgado de lo Penal número 2 de Burgos, y posteriormente la Audiencia Provincial tras resolver en apelación, impusieron una pena de seis meses de prisión al conductor del vehículo por un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria. Además, fue condenado a 210 euros de multa por el hurto del bolso.