Muchos vecinos del entorno del Plan Parcial Estación aún desconocen qué encierra el edificio ubicado junto al instituto Gil de Siloé y muy cerca de El Hangar. Otros no saben ni dónde están los buzones en los que, a partir de septiembre, deberán depositar sus basuras. Por ello, el Ayuntamiento es conscieLnte de que será necesario llevar a cabo una campaña informativa para dar a conocer qué es la Central de Recogida Neumática de Residuos Sólidos Urbanos. Como complemento, además, se organizarán unas jornadas de puertas abiertas de las instalaciones, según fuentes municipales.
A día de hoy y durante las próximas semanas, se están realizando pruebas de funcionamiento, confirmó ayer la concejala de Medio Ambiente, Carolina Blasco, quien recorrió las instalaciones junto a miembros del Consejo de Barrio de San Pedro y San Felices y técnicos del Ayuntamiento.
La planta tiene capacidad para dar servicio a unas 2.400 viviendas del entorno, aunque en una primera fase solo lo hará para unas 700 debido a que este sector urbanístico no se ha desarrollado en su totalidad. «Es decir, que funcionará al 30% de sus posibilidades», explicó Blasco, y añadió también que la vida estimada para la instalación es de unos 30 años.
Por aire comprimido
¿Y cómo funciona? Los vecinos depositarán las basuras (nunca vidrio) en los citados buzones -ahora precintados- y mediante un sistema de aire comprimido se conducirán hasta la central, donde serán prensadas para ir directas a camiones, y desde allí, a los vertederos.
Este novedoso sistema funciona ya en algunas zonas de ciudades como Madrid, Vitoria, Bilbao o Barcelona. Y asimismo es utilizado desde hace años en países extranjeros.
Hay que recordar que esta planta se construyó dentro de las obras del tramo 1 del bulevar ferroviario, el que discurre desde la calle de El Carmen hasta la antigua estación, en el barrio de San Pedro y San Felices, y que su coste ascendió a 2,1 millones de euros. Las obras del edificio se iniciaron en marzo de 2011 y recibió la licencia de obra el pasado 3 de julio. Los trabajos fueron adjudicados a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Arranz Acinas, Jopisa y Construcciones y Maquinaria.