El Ayuntamiento de Burgos tuvo la oportunidad en julio de 2020 de comprar el edificio ubicado en el número 30 del paseo del Espolón y no quiso hacerlo. Sin embargo, y tras el cambio en el propiedad del inmueble, el equipo de Gobierno sí ha mostrado un gran interés, hasta el punto, a juzgar por las cifras que se manejan, de estar dispuesto a pagar cerca del triple de lo que le podría haber costado la adquisición hace solo dos años.
Este periódico ha tenido acceso a un informe en el que se detalla que fue en julio de 2020 cuando en el área de Patrimonio del Consistorio capitalino se recibió un escrito de la propietaria del inmueble en el que se decía lo siguiente: «Mi hermano y yo tenemos en venta un edificio sito en el paseo del Espolón 30 y Carnicerías 3 (en referencia a la fachada trasera)», a lo que se añade posteriormente la pregunta de «si el Ayuntamiento estaría interesado en la compra del edificio arriba citado».
Aquella propuesta, tal y como relató ayer a este periódico la ahora expropietaria del inmueble, hizo que «me citaran para pedirme los datos y nada de nada. Me dijeron que lo estudiarían y no volví a saber nada», afirma antes de asegurar que ella vendió el inmueble «por 1,5 millones de euros» en diciembre del año pasado. El concejal de Hacienda, David Jurado, detallaba el lunes que se estaba barajando pagar 4 millones a los actuales dueños.
Pero antes de que eso sucediera pasaron más cosas. Si en julio de 2020 la anterior propietaria ofreció al Ayuntamiento la compra del edificio (solo obtuvo el silencio por respuesta), en diciembre de ese mismo año, cuando solo habían pasado cinco meses, se constituyó la sociedad Espolón 30 S.L., de la que formaban parte el presidente del equipo de baloncesto San Pablo, Félix Sancho, y los arquitectos Alberto Sainz de Aja y Rodrigo Pardilla. Este último, al parecer, vendió su participación a los dos primeros posteriormente.
El alcalde, Daniel de la Rosa, estimaba este lunes que sería hace 8 meses (en octubre o noviembre del año pasado) cuando en Fomento se empezó a valorar la posibilidad de que el Ayuntamiento adquiriera el inmueble. En diciembre, la sociedad Espolón 30 S.L. ejecutaba la opción de compra y por 1,5 millones, según la antigua dueña, se hacía con el edificio.
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