Adisseo baja un 80% sus emisiones tras una inversión de 6 millones

G.A.P.-R.M / Burgos
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El fabricante de metionina líquida pondrá en marcha a final de julio un proceso tecnológico pionero en Europa, que le permitirá transformar los gases de la planta en abono agrícola

Planta de Adisseo en el polígono industrial de Villalonquéjar. - Foto: Patricia

Respeto al medio ambiente y mejora de la competitividad al lograr una producción más sostenible. Estos tres objetivos son los que persigue Adisseo España con la puesta en marcha -a finales de julio- de una tecnología pionera en Europa y en el propio grupo multinacional, que permitirá reducir en un 80% las emisiones de dióxido de azufre (SO2)de la planta de Villalonquéjar y aprovechar los gases generados en la fabricación de la metionina líquida para obtener sulfato amónico, un abono inorgánico de uso en la agricultura que ya comercializa esta empresa.

Detrás de Pegaso, como se denomina a este proyecto, hay dos años intensos de trabajo del equipo de profesionales de Burgos, que se han desplazado a Estados Unidos para conocer el funcionamiento de esta tecnología y que han realizado los estudios y controles necesarios para instalarla en Villalonquéjar con todas las garantías. Asimismo, se ha contado con el apoyo y asesoramiento de la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento.

En total, se han invertido 6 millones de euros en la construcción de una nueva unidad dentro de un complejo fabril que ocupa 130.000 metros cuadrados, un proyecto en el que se ha mantenido el primer objetivo de seguridad que rige en esta compañía, el de ‘cero accidentes’.

Pegaso esconde en su interior la misma complejidad y automatización que tiene todo el proceso químico de fabricación de la metionina líquida, un aminoácido esencial para la nutrición animal y, por extensión, estratégico en la cadena alimentaria humana. A diferencia de los otros módulos de producción en los que se estructura esta planta, la nueva unidad -caracterizada por una gran chimenea- centrará su trabajo en el cuidado del medio ambiente.

Según explica el director general de Adisseo España, Pablo Doménech, el proceso que se va a implantar consiste, básicamente, en la oxidación de los gases de combustión generados en la fabricación de metionina líquida para transformarlos en un producto intermedio reutilizable en la propia planta de Adisseo y convertirlos posteriormente en sulfato amónico, abono para cultivos.

De esta forma, llegará a la atmósfera a través de la nueva chimenea de la unidad el vapor de agua resultante del proceso, lo que redundará en una mejora de la calidad del aire del polígono, del cercano barrio de Villagonzalo Arenas y de toda la ciudad.

Como recuerda el director de la factoría, la «buena rentabilidad» del grupo les ha permitido disponer de fondos para esta iniciativa, dentro de la tónica general mantenida en Adisseo de inversión continua en todo lo que suponga crecimiento e incida favorablemente en la productividad, la seguridad, la calidad y el respeto al medio ambiente.

Líder químico europeo

Con el Proyecto Pegaso, Adisseo España da un paso más para convertirse en una de las plantas más competitivas del mundo en su sector y en uno de los líderes de la industria química europea. En Burgos se producen cada año 150.000 toneladas de metionina líquida, siendo la única planta productora en Europa. Solo un 5% de esta producción es consumida por el mercado nacional. El resto se comercializa en más de 60 países de los cinco continentes, lo que convierte a esta fábrica, de la que salen una media de 70 camiones y vagones diarios, en un motor logístico de primera dimensión en la ciudad y en uno de los clientes de referencia del Puerto Seco de Villafría.

Su facturación anual, que alcanza los 200 millones de euros, le sitúa como la quinta empresa de la provincia y una de las más importantes de Castilla y León.

Pero por encima de los números, su director insiste en que el secreto de su éxito está en las personas. A través de su Programa de Excelencia Operacional para la puesta en valor del talento y la mejora de procesos, se ha facilitado la colaboración de los 120 empleados, «y a través de sus sugerencias y buenas ideas hemos podido mejorar el marco inicial del proyecto», señala Doménech, quien recuerda que la nueva etapa que comienza en un mes ha supuesto un proceso de formación para aquellos trabajadores que estarán más implicados con el nuevo sistema.