Varias broncas de una madre a su hija por sus malas notas o por su negativa a ponerse el pijama derivaron en un conflicto que tuvieron que resolver los tribunales. Primero el Juzgado de lo Penal número 2 y más adelante la Audiencia Provincial de Burgos determinaron que estas disputas familiares no escondían ningún episodio violento, como defendía la joven, y terminaron por absolver a la progenitora, a la que se acusaba de un delito de maltrato.

Los hechos narrados en la sentencia enumeran una serie de broncas entre madre e hija que se remontan al año 2019. La progenitora recriminó que no hubiera hecho nada en toda la tarde y la obligó a ponerse el pijama. Según se desprende del fallo, le llegó a quitar la camiseta con un fuerte tirón. Como consecuencia de ello, sufrió lesiones superficiales en el brazo (hematomas) que tardaron tres días en curar, pero que no requirieron ni de tratamiento médico ni mucho menos quedaron secuelas. La joven denunció sin embargo que había recibido golpes en la cabeza y los glúteos, pero no quedó acreditado en la vista oral.  

En enero de 2021 se produjo la segunda bronca familiar. La mujer recriminó a su hija que hubiera suspendido y que tuviera las persianas bajadas. Como ésta no quería escucharla, se tapó los oídos y se fue de la habitación, a lo que la madre respondió agarrándola de los brazos para que cesara de su actitud.

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