Radiología del HUBU trabaja este otoño con tres especialistas menos de los que debería tener (es decir, con 26 sobre los 29 de la plantilla orgánica) y ese déficit, arrastrado en mayor o menor medida desde antes de la pandemia, se agravará en los próximos meses por la jubilación de otros tres facultativos y la dificultad para reemplazarlos: hay falta generalizada de radiólogos en España y, por tanto, no hay bolsas de empleo a las que recurrir. Pero más allá del dato numérico, estas cifras quieren decir que el servicio tendrá que dar respuesta a la demanda creciente de pruebas tan habituales como ecografías, escáneres (TAC), mamografías o resonancias magnéticas con una plantilla mermada hasta en un 20% o, lo que es lo mismo, con 23 facultativos en lugar de los 29 que debería tener por tamaño del hospital y necesidades asistenciales. Así que, de no haber solución rápida, las ya disparadas listas de espera de estos estudios se incrementarán.
Los servicios de Radiodiagnóstico no deberían tener déficit de especialistas porque la tasa de reposición todavía es positiva, según datos recién publicados por el Consejo de Colegios Oficiales de Médicos de Castilla y León. Es decir, que siempre según el último estudio de Demografía Médica en la Comunidad, por cada radiólogo que se jubila hay otro que termina el MIR en la especialidad y puede ejercer como un adjunto más en cualquier servicio. Sin embargo, al igual que sucede en Anestesiología, es difícil encontrar radiólogos en España. Y, de hecho, como destacan fuentes no oficiales del HUBU, las bolsas están vacías. Esto es, no hay radiólogos en el paro o pendientes de trabajar en la sanidad pública.
De ahí que hace ya más de un año que la gerente del HUBU, Ana Lucía Fernández Eroles, tildara de «crítica» la situación de la plantilla facultativa en Radiodiagnóstico, sin especificar entonces cuántos faltaban. Pero desde entonces no ha habido cambios. Al menos, no para mejor. Y así se evidencia en las listas de espera, que no pueden desvincularse de la dotación médica. Porque detrás de cada prueba que se realiza hay un especialista que estudia la imagen y hace un informe al respecto, para enviárselo al médico que la ha solicitado y poder completar el diagnóstico.
(Más información, en la edición impresa de este sábado de Diario de Burgos)