Los miembros de la Asociación Amigos de las Salinas de Poza aspiran a incrementar la producción de sal a partir del próximo verano al reparar un pozo y las únicas cuatro eras de cemento en las que trabajan desde hace ya veinticinco años. Las grietas que presentan sobre todo dos de ellas provocan filtraciones de agua y suciedad en el material extraído.
A pesar de que todavía no hay sobre la mesa un proyecto definitivo que contemple la intervención, y por lo tanto un presupuesto, desde la junta directiva aseguran que la «inversión será elevada». La intención de los pozanos, que cuentan con el apoyo incondicional del equipo de gobierno para financiar parte de las obras, se resume en encontrar las mejores técnicas para emplear los materiales indicados y evitar que cada poco tiempo -uno o dos años- se tengan que llevar a cabo pequeñas actuaciones que «no solucionan el problema», aclara Cristina, presidenta de la agrupación. La sal se obtiene a través de un sistema de galerías subterráneas que utilizaban los romanos por donde introducen el agua dulce; este disuelve la roca de sal y a partir de ahí se obtiene la salmuera. Después, se evapora y el compuesto queda en las eras, unos 4.000 kilos -50 de media al día- por campaña.
A pesar de que las hendiduras se parchean una vez cada dos años aproximadamente, la pérdida constante de agua no cesa. Además, pretenden sustituir la ferralla de hierro por otro sistema porque «ensucia el producto final. Afecta al acabado y al fabricado», añade.
Domingo Núñez, alcalde del municipio, asegura que el Ayuntamiento reservará una «partida presupuestaria para colaborar con el proyecto de restauración» impulsado por los Amigos de las Salinas, con el que se conseguirá «complementar el complejo del salero», y que continuará apoyando la celebración de las jornadas salineras de verano con el objetivo de que el «oficio centenario no se pierda».
Los viajeros que visiten este espacio de la localidad una vez que la empresa Patrimonio Global remate las obras contemplarán en directo (solo en julio, agosto y septiembre) la elaboración y almacenamiento -en las chozas- de la sal. Asimismo, el recorrido circular por el entorno contará con paneles que explicarán el proceso artesanal del producto que da nombre a la villa.
Con la intervención prácticamente terminada, las estructuras en las que se almacenaba el producto quedan totalmente a la vista, al igual que unas veinte eras que muestran los métodos de trabajo y materiales empleados en diferentes épocas. Desde un mirador construido en la entrada del recinto -junto al deteriorado edificio conocido como depósito de almacén real de sal- parte el trayecto cuya conexión con el casco histórico implica una correcta identificación de la cartelería y la intervención en los pavimentos cercanos.
No obstante, la futura actuación y el medio millón de euros procedente de los fondos europeos destinado a la rehabilitación de las salinas no será suficiente para recuperar el espacio al completo. El proyecto que contempla la mejora integral del mayor atractivo turístico local supondrá una inversión total de un millón y Núñez confía en acondicionarlo hasta el puente «poco a poco».
Otros proyectos. El ambicioso Plan de Sostenibilidad Turística en Destino se benefició de la I Convocatoria Extraordinaria del Programa hace ya tres años y recibió un millón de euros. Este incluía también la construcción de un aparcamiento disuasorio para más de un centenar de vehículos y un proyecto de transformación digital del sector turístico, dando soporte digital a las empresas y creando una imagen turística del municipio.