Llegan nuevos aires al mundo del vino. En algunas de las grandes ciudades europeas como Londres, París o Berlín, así como en Nueva York, empiezan a cobrar fuerza las fiestas de música electrónica en las que tintos, rosados y blancos han logrado consolidarse como la bebida protagonista. Este maridaje parece estar llamando la atención del público más joven, justo al que más cuesta atraer. Así, en lugar de optar por una cata tradicional, en un ambiente formal, la llamada Generación Z prefiere las wine raves, es decir, eventos en los que el vino se sirve al ritmo que marcan los djs.
Por lejano que pueda resultar este fenómeno, en Aranda y la Ribera del Duero también empiezan a surgir iniciativas similares. Nadie las llama wine raves, pero ahí están. La bodeguera Alba Frutos pone a Sonorama como el gran ejemplo, en tanto en cuanto en el recinto donde se celebra el festival se habilita una barra con multitud de caldos de la Denominación de Origen. «Se consume mucho vino y, de alguna forma, son pioneros», dice. También destaca que en Roa y en Sotillo llevan un tiempo haciendo catas con djs. «La gente joven tiene ganas de aprender y, de hecho, participan en muchos eventos», subraya. Sin ir más lejos, en mayo, la plaza de toros de Roa acogió una cata con música en vivo, organizada por la asociación de peñas, que congregó a unas 300 personas.
En una línea similar se pronuncia el responsable de Territorio Luthier, Fernando Ortiz, quien asegura que «unir cualquier evento cultural con jóvenes y vino es una bonita idea».A su juicio, «quitas seriedad y lo vinculas al disfrute». Y eso, como continúa, «es una combinación chula». De hecho, en su bodega están a punto de celebrar una edición más del evento Música de las estrellas, que combina astronomía y naturaleza con los dos ingredientes estrella: los caldos de su bodega y un sinfín de melodías.
También Andrea Sanz, de Magna Vides, considera positiva toda acción encaminada a «fomentar un consumo cultural, basado en la calidad de los vinos». Así, defiende:«Decimos sí a todo lo que tenga que ver con un disfrute del vino saludable».Al final, como afirma, se trata de estar atentos a qué se cuece en el mercado y no cerrarse puertas.