Lou Matilla

Déjame que te cuente

Lou Matilla


Amor del bueno

14/02/2024

Les confieso que cada vez es más difícil encontrar algún tema positivo del que hablarles en esta columna, ya que desde hace semanas la actualidad no hace más que dispararnos titulares de desgracias, accidentes de tráfico, robos o asesinatos macabros. Y eso, sin entrar en lo que se está convirtiendo la política de este país, un auténtico circo en el que abundan los malabaristas, equilibristas y acróbatas de profesión que muestran su talento exhibiendo el más difícil todavía dando volteretas mortales, volando por los aires con tirabuzón incluido y aún así, siguen cayendo de pie. No me cuestionarán que son unos virtuosos ya que cualquiera de nosotros en esa situación nos estamparíamos contra el suelo partiéndonos la crisma. El caso es que da igual que sintonices la radio, leas el periódico, te conectes a internet o pongas la televisión porque todo o casi todo lo que vemos o escuchamos es de un gris oscuro intenso tirando a negro, y a mí el negro solo me gusta para vestir. 

Hoy, día de San Valentín, se celebra el día del amor y la amistad y estoy segura que el rojo será el protagonista de todos los movimientos que hagamos. Desde hace días, los escaparates de las tiendas físicas y digitales lucen bautizados con esta tonalidad vinculada con eso tan grande y potente que es el corazón. Siempre he sido contraria a las celebraciones en un día concreto de algo que está ahí todo el año como el amor y la amistad, porque ambas cosas nos acompañan en cada paso que damos en nuestros caminos, ya sea el amor de una pareja, de los amigos o la familia. El amor y la amistad deberíamos celebrarlos cada día porque no son cosa de una fecha marcada en el calendario, son mucho más que eso. El amor y la amistad son esas sonrisas sinceras, son los besos que damos cuando estamos medio dormidos, son los abrazos apretados y sentidos, son las manos que nos sujetan cada día, los que nos dan aliento de esperanza, los oídos que nos escuchan y aconsejan y sobre todo son los que permanecen a nuestro lado a pesar de las tormentas, de los vendavales y de los caminos farragosos de la vida. Eso sí que es amor. Amor del bueno.