El día a día en el centro de salud de Roa, que abarca un total de 28 municipios del entorno, sufre un incremento en la presión asistencial los meses de verano. Al igual que otros entornos rurales, la población crece con la llegada de los veraneantes, circunstancia que coincide con las vacaciones de la plantilla. Estos dos factores convergen en un aumento del 60% de la demanda de consultas, con unas agendas que pasan de 30 a 50 pacientes diarios de media.
Los 13 médicos que tienen su plaza en este centro de salud son conscientes de que las necesidades de la población se acrecientan y no pueden quedar sin respuesta. «En época estival duplicamos los esfuerzos porque la gente está de vacaciones, con lo cual asumimos esas vacantes puntuales que surgen; a parte de hacer lo que cada uno tiene que hacer en los pueblos, un compañero cubre la vacante del que está de vacaciones», explica Ignacio Fernández, el coordinador del centro de salud de Roa, cómo se organizan entre la plantilla. Todo con el objetivo de no dejar a ningún paciente sin consulta. «La finalidad es no dejar ningún pueblo sin atención sanitaria porque, además, en verano se incrementa la población, hay más pacientes, pero todos los años es igual entre julio y finales de septiembre, es lo habitual, una rutina más del cronograma anual», reconoce.
La fórmula para atender a más pacientes con menos médicos tiene se basa en la propia implicación de los facultativos, y del equipo de Enfermería con 10 profesionales, y el encaje de bolillos para reestructurar las agendas. «De una media de 30 ó 35 pacientes por consulta, en verano podemos alcanzar los 45 ó 50. Eso se hace reorganizando las agendas, las horas son las que son y, si no hay hueco, se le cita para el día siguiente», apunta el coordinador del centro de salud. Eso sí, a pesar de este incremento de la presión asistencial, la demora a la hora de conseguir una cita con los médicos de este área sanitaria se mantiene baja y estable. «Personalmente puedo presumir del equipo administrativo que tenemos, gestiona muy bien las agendas. Yo no sé en otros sitios pero aquí no hay demora asistencial, estamos viendo gente en el mismo día y, si no lo ve el profesional porque está saliente de guardia o de vacaciones, le va a atender otro», pone en valor.
Esta celeridad en dar respuesta a las necesidades de los pacientes también se registra en los cuidados de Enfermería. «Lo tienen muy bien organizado porque los martes y los jueves las enfermeras tienen las analíticas u otras pruebas como los electrocardiogramas, y nunca en estos cuatro años ha habido ningún problema para solicitar una analítica, siempre he podido citarles para la siguiente vez», destaca el coordinador del centro de salud raudense, lo que hace también que los pacientes agradezcan esta organización. «Va todo muy rápido, hay buena dinámica, y sirve para quitar agobio al paciente porque los resultados los tenemos enseguida y le quitamos la ansiedad que supone la espera», expresa por las vivencias del día a día.
Esta situación de mayor presión asistencial habría sido insostenible hace unos meses, cuando a causa del concurso de traslados y la oferta pública de empleo este centro de salud se quedó en cuadro, con tan sólo cinco médicos. Ahora, reconoce Fernández, están encantados con el equipo de trabajo que se ha creado con las nuevas incorporaciones. Aunque tienen una baja por maternidad en la plantilla, de lunes a viernes siempre hay entre nueve y once médicos operativos, de los que tres se quedan en las dependencias de Roa y el resto se van a pasar consulta a los pueblos. «Se cubren las necesidades diarias de todos, aunque Enfermería a veces tiene que duplicar porque no hay una enfermera para cada médico, pero todos los pueblos están cubiertos», destaca Fernández.