El Tubos Aranda conserva la quinta plaza a base sudor, esfuerzo, lágrimas y un orgullo que llegó a tiempo para que la fiesta se apoderara del Santiago Manguán. Un gol de Rogonovs a falta de once segundos para el bocinazo final igualó la contienda frente a Trasmapi Ibiza (20-20) y permitió que los ribereños lograran conservar una quinta plaza que estuvo a punto de asaltar Club Cisne con su victoria ante el líder Balonmano Guadalajara. Aunque no fue el día más brillante sobre la pista en lo que a juego se refiere, el público arandino volvió a demostrar a todo el país el por qué de su cartel como una de las mejores aficiones de España.
De todo menos sencillo fue para el Tubos Aranda poder arrancar un punto. El guardameta visitante Gerard Forns desesperó una y otra vez a los de Javi Márquez y sostuvo a los ibicencos durante la primera mitad. Tras irse un gol abajo al descanso, los ribereños reaccionaron y mejoraron su juego en los últimos compases para evitar que los baleares se llevasen los dos puntos.
Con Ibiza en la delantera con dos goles de ventaja (18-20) se llegaron a los tres minutos más largos de la historia. En el 28 Ivanov perforó la meta celeste y todo quedó por decidir en los últimos 60 segundos. Los de Tilves contaron con la baza de ponerse a dos y sentenciar el encuentro, pero el duende de Pau Guitart en portería hizo que el balón se estrellara en el palo y los amarillos tuvieran el último gran ataque. Apenas una combinación entre Pinillos e Ivanov, y los corazones arandinos se pararon por unos instantes. El balón del búlgaro llegó a Rogonovs, que tiró de orgullo para revolverse entre tres rivales y cruzarla casi sobre la línea del área para poner el definitivo 20-20.
El Santiago Manguán enloqueció como en sus mejores tardes. La fiel hinchada confió en el tiempo muerto solicitado por Javi Márquez justo antes de esa última carta. Todos entregaron su alma en la misma persona que los trajo hasta un play off. Y como el sueño tenía un capítulo más, la quinta plaza no se podía escapar. Y Rogonovs se encargó de que así fuera.
Gracias a esa diana, el pivote letón no solo aseguró la quinta posición, sino que evitó que los ribereños tuvieran que medirse a UBU San Pablo en las semifinales del play off. Escenario que podría darse sin ningún problema en la final, pero que querían evitar a toda costa al ser los cidianos los organizadores. Finalmente será Caserío Ciudad, que llega tocado tras una dinámica de tres derrotas consecutivas en esta recta final.
De esta manera, el Tubos Aranda cierra la liga regular con una racha a la altura de los mejores: ocho partidos sin conocer la derrota. Siete triunfos que se unen al último y único empate de los de Javi Márquez esta temporada. Un técnico que en sala de prensa gritaba a los cuatro vientos que «es una maravilla ser el entrenador de este equipo y esta afición» y agradecía uno por uno a todos los culpables de este sueño.