En la diferencia está el valor. Tres mujeres, Thais, Estela y María han arrinconado las tradicionales figuritas y han montado el Nacimiento en sus pueblos, Hortigüela, Vallarta de Bureba y Lerma, respectivamente, a base de materiales reciclados, ganchillo o productos recogidos en el monte. Ha sido un trabajo artístico de meses, pero que les compensa por las visitas que reciben para contemplarlos, los halagos y el ambiente navideño que dan a los lugares donde se ubican

Vallarta de Bureba apenas tiene 44 vecinos y durante muchas fiestas navideñas eran pocas las casas que abrían sus puertas, cerradas tras el verano. La situación ha dado un vuelco en los últimos año y buena parte de 'culpa' la tienen la artista local, porque Estela no es artista de hacer exposiciones ni salir en la prensa -hasta hoy-, pero el trabajo en que ocupa su tiempo esta agricultora desde que termina la recolección, es de lo más artístico. Ella es la autora del Belén instalado en una nave prestada por un vecino, un gran Nacimiento realizado con materiales reciclados, en el que no falta de nada, el portal, una ciudad con su gran mercado y los vendedores con sus productos, un pueblo con casas que simbolizan la arquitectura local, montañas, ríos y cascadas, tierras de labranza, granjas, huertas, un desierto con torres egipcias, jaimas y talladores de piedra y animales diversos, todo ellos elaborado e iluminado al detalle.

Estela es una manita; reconoce que le gustan las manualidades y hace cursos, además de seguir a varios belenistas para coger ideas, aunque luego echa mano de su propia imaginación para elaborar su obra. Cada año cambia escenas para sorprender a los visitantes que aumentan cada Navidad, tanto de la comarca de la Bureba como de otras zonas porque corre la voz.

Estela González ha instalado en una nave de Vallarta de Bureba su nacimiento. - Foto: Patricia

Es el tercer año que instala el Nacimiento, que ocupa unos 70 metros cuadrados, con un pasillo para que los visitantes se desplacen y se detengan para deleitarse en cada detalle, lo que requiere tiempo porque en cada metro cuadrado hay algo que sorprende. La singularidad de este Belén no está en las figuras principales, que son de barro tradicional, sino en todo lo demás, en el conjunto del paisaje, con su urbe y su pueblo, donde todo lo que les puebla está hecho a mano, árboles, carros, rastrillos, arado, pozos, viviendas, cazuelas, patatas, frutas, verduras, el amueblamiento interior de las jaimas con sus habitantes, cojines o alfombras, y hasta las cagadas de las ovejas y la lana de estas... Todo ello con diversos materiales que recorta, moldea y pinta, como madera, cartón, palos, alambres, poliespán que mezcla con arcilla, espuma o porcelana fría que moldea para hacer las figuras que luego pinta. Hasta utiliza un compresor para dar forma a las montañas.

Una de las incorporaciones de este año es un antiguo convento que había en la localidad, conocido como Vallartilla. Estela cuenta con la ayuda económica del Ayuntamiento que le costea el material que necesita para elaborar y renovar el Belén, y en la logística, le ayudan sus hijas. Además, ella se encarga de decorar el pueblo, el bar y el exterior de este, con árboles navideños y alumbrado, y prepara las dos cestas, una de ellas infantil con chuches, que luego se sortean. Los vecinos reconocen que ha dado ambiente al pueblo, animando a la gente a celebrar en él la Navidad.

Thais García Alonso no reside en el pueblo, sino en Burgos, pero prácticamente pasa en Hortigüela todos los fines de semana, puentes y vacaciones. Y en Navidad es tradición familiar reunirse en el pueblo y disfrutar de ese ambiente rural.

De material reciclado, papel, cartón, poliespán, madera, alambres, espuma, lana y cerámica fría está hecho el belén de Estela González en Vallarta de Bureba. - Foto: Patricia

El Belén de Thais no está en el interior de la casa, sino en el exterior, montado sobre una estructura de metal que sujeta un tablero de madera de 100x80 centímetros y resguardado por un tejadillo porque ahí se queda todas las fiestas, llueva, nieve o haga viento, como alguna vez ha pasado y 'volaron' algunas figuras.

Hará unas ocho navidades que comenzó a montarle, algo modesto, recuerda, pero año tras año ha ido creciendo; al principio, instalaba el tradicional, pero hace tres años quiso darle una vuelta, un toque original y comenzó haciendo unas ardillas con avellanas. Les gustó como quedó y así surgió la idea de utilizar las bellotas para el Belén, con lo que fue sustituyendo, primero los pastores, y el segundo año las figuras del Misterio y los Reyes Magos; esta Navidad ya son de bellota todas las figuras que le completan, excepto los animales -cambio al que su hijo aún no da el visto bueno, dice Thais-, pero sí se puede ver a un guitarrista, a un grupo de niños jugando al corro, a los mercaderes vendiendo o al serrador y otros oficios.

El truco para que quede armónico es ir jugando con dar a las bellotas distintas posturas en cada figura e, incluso, aprovechar sus ramas. Para un pueblo donde el monte de roble y encina forma parte de su paisaje, dar ese uso a las bellotas ha llamado la atención de vecinos y visitantes porque también es una forma de reivindicar lo autóctono.

El belén de Thais García en Hortigüela está ubicado en el exterior de su vivienda. - Foto: f2estudio

Pero no solo Thais y su hijo Mateo, que se ha convertido en su mejor ayudante, utilizan bellotas en el Belén; completan el conjunto con otros materiales que ellos mismos van recopilando por el pueblo, como corcho, escayola, cajas de frutas, cartones, ropas... y con todos ellos han ido cambiando las casas y fortificaciones; de hecho, explica la artista de Hortigüela, el castillo está hecho con tierra arenisca que machaca y mezcla con agua con cola para darle el color natural. Además, para dar a cada elemento su tono propio utiliza café y ceniza -para los colores más oscuros, por ejemplo- y barro de varias tonalidades. La idea es aprovechar cualquier material para hacer algo diferente y elaborarlo con sus propias manos; así, las cestas del mercado están hechas con palillos y cuerdas.

Este año también han incorporado elementos nuevos, como una réplica de la fuente del pueblo. Thais reconoce que lleva trabajo su elaboración, pero que merece la pena por lo que disfrutan haciéndole, tanto ella como su hijo.

Para la cafetería Lis 2  de Lerma, su decoración navideña, tanto en el interior del establecimiento como en el exterior, es un reclamo. Desde que comenzó a instalarse, los asiduos al almuerzo de media mañana, al vermú o al café de la tarde, no dejan de alabar «lo bonito» que está todo, y dedican unos minutos a disfrutar de esa ambientación antes de volver a sus quehaceres.

La bellota es el material principal del nacimiento de Thais García en Hortigüela. - Foto: f2estudio

La artífice de ese trabajo no es otra que María Alcalde, camarera de la cafetería. Ella lleva encargándose de esa 'misión' navideña desde hace algunos años, pero esta Navidad ha dado un 'salto al vacío' y se ha arriesgado a instalar un Belén en las vitrinas del bar. Su trabajo no se resaltaría ni el propio Nacimiento si no fuera por la técnica con que están hechas todas las figuras, desde el Misterio, los pastores y Reyes, hasta escenas de la vida cotidiana que podemos encontrar en cualquier pueblo de la comarca del Arlanza.

Habituada a hacer punto y otras labores como el punto de cruz, y como ya casi experta en estas formas de tejer, María decidió quitarse horas de sueño y hacer un Belén de crochet, con hilos de colores, y utilizando la técnica conocida como amigurumis. María lo explica claro: los amigurumis son los muñecos en sí, en este caso las distintas figuras, y el crochet o ganchillo es la manera que se utiliza para hacerlo; es decir, que toda la pieza en su conjunto está elaborada por ella. 

También explica    cómo se aficionó al crochet y se emociona, incluso, al recordarlo. Fue a raíz del nacimiento prematuro de su hija Iris, que tuvo que permanecer en la UCI; allí le regalaron un pulpito de ganchillo -que simboliza el cordón umbilical-, y le encantó, por lo que decidió aprender esa técnica. 

María Alcalde ha instalado en el bar Lis 2 un original Nacimiento. - Foto: Miguel Ángel de la Cruz

Confeccionar así todo un Belén era un reto, pero María asegura que es muy cabezota, «todo lo que me propongo acabo por hacerlo», y así ha sido, le ha echado horas y días pero el Nacimiento de crochet está instalado ya en el Lis. María no hace más que recibir felicitaciones tanto por su originalidad, y sobre todo, por el esfuerzo que le ha supuesto su elaboración.

A finales de agosto ya había comenzado a hacer algunas figuras; de hecho, el establecimiento es un bar donde entran muchos perros, y empezó tejiendo estos animales, para acabar 'montándose' todas las figuras belenistas, que ha dejado impresionados a los dueños y a los clientes, sobre todo a las féminas, más dadas a estas labores.

Los patrones de las diferentes figuras las ha sacado de internet y en base a ellos ha confeccionado los personajes, los animales y los elementos etnográficos.

El belén del bar Lis 2, en Lerma, está hecho con hilos de colores con la técnica de crochet. - Foto: Miguel Ángel de la Cruz

María no solo ha realizado el Belén, sino que ha utilizado otros materiales como troncos de madera para hacer un muñeco de nieve y los renos, y con un palé, el árbol de Navidad. Todo este conjunto luce en el exterior, que también está iluminado.