Joaquín Gomá

Aguas Abajo

Joaquín Gomá


Empleo público

24/07/2024

Cuando terminen los días de calor y las fiestas del verano los pueblos de la España vaciada volverán a su rutina, y se encontrarán de nuevo con pocos servicios públicos y con la ausencia de médicos, profesores, jueces, policías, etc. Quizás con una adecuada gestión del empleo público se podría fortalecer el tejido social y potenciar la actividad económica en la Ribera del Duero, poniendo remedio a la falta de empleados públicos en todos los organismos, entidades y oficinas de la administración en el mundo rural.

Actualmente, en centros directivos hipertrofiados se concentran cantidad de empleados públicos que huyen como de la peste de la servidumbre y la penosidad que supone trabajar en un pueblo, donde al ser menos empleados más trabajo tienen que hacer. Los complementos salariales son más bajos, la baremación profesional más mermada, la capacidad de promoción interna y la movilidad geográfica más limitada, y los medios más escasos. En estas condiciones, entre otras, a nadie puede extrañar que los puestos de trabajo vacantes queden desiertos por falta de peticionarios.

Si en nuestra cosa común se establecieran los requisitos pertinentes para ocupar los puestos de trabajo más atractivos, mejor remunerados, de más responsabilidad, la falta de empleados públicos en la España vaciada encontraría un remedio para disponer con facilidad de los profesionales de la administración que tanta falta hacen. Nuestros gobernantes quizás hicieran bien en darle una vuelta a esto. Es cuestión de regular la valoración de los puestos de trabajo, aumentando las oportunidades de promoción de acompañada de un prudente complemento salarial. Si además se establece, como requisito indispensable para ocupar puestos de alto nivel, el haber estado un tiempo en un puesto de trabajo de un pueblo, estoy seguro que muchos empleados públicos desearían trabajar en el entorno rural para prosperar en su carrera.