Los informes sobre 'Reclamaciones en el ámbito sanitario' que la Consejería de Sanidad ha publicado en la última década permiten que alguien sin ningún conocimiento de los pormenores de la atención asistencial en Burgos se forme una idea de la evolución en este período solo con ver las grandes cifras: de las 2.465 quejas presentadas en el 2014 se ha pasado a las 5.730 del 2023. Y a esto hay que añadir que el balance del año pasado no solo conlleva un incremento del 132% con respecto al del ejercicio de referencia, sino que es el segundo más alto de estos últimos diez años, solo superado en el 2022 (6.180 quejas en Burgos).
La Consejería de Sanidad, así como la prestadora directa de la asistencia, que es la Gerencia Regional de Salud (Sacyl), defienden que estas cifras «son una herramienta clave para identificar aquellos aspectos de la organización sanitaria que los ciudadanos consideran susceptibles de mejora». Sin embargo, son muy pocos los centros sanitarios que introducen medidas; en Burgos, de hecho, el año pasado solo consta que hiciera algo al respecto el hospital de Aranda (el Santos Reyes) que, al comprobar el aumento de quejas en los servicios de Traumatología y Urología -en sendos casos por falta de personal- trataron de incorporar más especialistas a las plantillas para reducir demoras, abrieron tiempo de consulta una vez finalizado el horario ordinario de los facultativos (lo cual conlleva remuneración por prolongación de jornada o peonadas, si es que se atiende a un número concreto y prefijado de pacientes en ese tiempo extra) y trataron de conseguir apoyo del HUBU -al menos en Urología- para derivar a pacientes en lista de espera para entrar en quirófano.
Lo alargado de las listas y de los plazos para acceder a un quirófano, a una consulta o para conseguir una técnica diagnóstica causan más de la mitad de las quejas (el 55,8%), pero este es un dato común para todos los centros de Sacyl y no solo para Burgos. El informe no desglosa estos detalles por provincias y tampoco por hospitales o niveles asistenciales.
Así, no es posible precisar cuántas de las 5.730 quejas registradas en Burgos corresponden al Santos Reyes (Aranda), al Santiago Apóstol (Miranda) o al HUBU, que entre los hospitales de Burgos acumulará la mayor parte porque es el de referencia para numerosas indicaciones y tiene un cupo de pacientes mucho más alto.
La información oficial tampoco indica ya cuántas quejas se producen después de una consulta en Atención Primaria en cada una de las provincias; se limita a indicar que la Medicina general y/o de Familia acumula el 7% de todas las quejas tramitadas. Si ese dato se extrapola a la provincia, se obtiene como resultado que la Atención Primaria, el ámbito de actuación de esta especialidad, acumula alrededor de 400 quejas.
De cada 10.000 personas. Lo que sí se especifica en los informes oficiales de la Consejería es que, en Burgos, por cada 100.000 actos médicos desarrollados se presentan algo más de 41 reclamaciones. Un dato que se eleva en lo relativo a los usuarios, porque por cada 10.000 consta que 69 reclaman.
Lo más frecuente, en toda la Comunidad, es que Traumatología lidere en número de quejas presentadas y, con independencia de la falta de detalle al respecto, el motivo son los larguísimos plazos para ser atendido. Otro tanto sucede en Radiodiagnóstico, que va en segundo lugar y, en tercero, Primaria.