El uso de la bicicleta o los patinetes en la movilidad urbana todavía es muy residual en la mayoría de los grandes municipios españoles. No obstante, hay grandes diferencias entre unos y otros.

En Burgos capital, por ejemplo, se cifra en un 5% los trabajadores o estudiantes que utilizan estos medios de manera habitual. Son unas 4.200 personas, muy lejos de los que optan por el uso del automóvil particular pero una cifra cercana a los que emplean los transportes públicos.

En la comparación entre las 150 ciudades que se analizan en el estudio sobre la movilidad cotidiana realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) dentro de la Encuesta de Características Esenciales de la Población y las Viviendas (Ecepov) de 2021, hay que destacar que Barcelona es la más ciclista, pues alcanza el 19%, y en la parte baja, con el 1%, hay un grupo de 10 municipios (Parla, Leganés, Collado Villalba, Colmenar Viejo, Orense, Santiago de Compostela, A Coruña, Ávila, Siero y Avilés).

En el conjunto de Castilla y León, Ávila es la capital con menor uso de la bicicleta y Burgos y Valladolid se sitúan en la parte contraria. En cuanto a la movilidad a pie, cuando menos población tenga la ciudad, más vida a pie: Zamora alcanza el 42% y Soria, el 38%, y Salamanca, el 37%.