Una subida de récords

ÓSCAR DEL HOYO / Burgos
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Fabián Venero pulveriza la marca en categoría masculina (17,10) e Inés Astrain hace lo propio en la femenina (22,58) en una prueba que ha convertido a Navas del Pinar, a su Pico y a su imponente cruz en un referente a nivel nacional

Fabián Venero se acerca a la imponente cruz de madera que corona el Pico para emprender posteriormente un descenso vertiginoso

Parecía imposible que alguien pudiera bajar de los 17 minutos y 49 segundos que el recordman español de maratón Hamid Ben Daoud consiguió en la edición de 2018 de la Subida al Pico de Navas del Pinar, el ascenso y descenso a la cota más alta del Parque Natural del Río Lobos. Pero la juventud viene pisando muy fuerte y el atleta Fabián Venero -no olviden este nombre- pulverizó el pasado martes la marca tras congelar el crono en 17,10, medio minuto menos que logró gracias a una salida imperial y a un descenso destinado solo para los elegidos.

El joven madrileño del equipo Salomon, que cuenta solo con 20 años, se consagra como una de las joyas del trail nacional, donde este mismo año consiguió alzarse con el campeonato de España por Federaciones Autonómicas. Tras él llegó José AntonioBellido, ganador en la edición de 2023, que rebajó su propia marca (18,16) y que luchó de tú a tú con Venero en la subida hasta la imponente cruz de madera ubicada a 1.351 metros de altura, cediendo en el vertiginoso descenso. Cerró el podio masculino Rodrigo Andueza, bajando de los 19 minutos.

La otra gran protagonista de la jornada fue la burgalesa Inés Astrain, que demostró que se encuentra en un momento dulce y logró rebajar el que era su propio récord y también el de la prueba con un tiempo de 22 minutos y 58 segundos. La atleta del Joma Trail no tuvo rival y sacó casi dos minutos a la segunda clasificada, Izaskun Olleta (Beste Iruña), que competía por primera vez y certificó una excelente marca tras llegar a meta antes de los 25 minutos. Tercera entró Esther Pérez Setien, del Tragalpinos (27,04). Los tiempos, en ambas categorías, fueron espectaculares pese a que el recorrido este año se alargó para evitar entrar en un campo de girasoles. 

La Subida al Pico de Navas se ha convertido en un referente a nivel nacional. Esos 3,6 kilómetros de recorrido son ya una de las citas estivales marcadas en rojo en el calendario del trailrunning. No hay nada parecido y tan explosivo. Correr, subir, tocar la imponente cruz de madera y volver a bajar eleva las pulsaciones al máximo y deja una huella en el alma para todos aquellos que se animan a participar. La prueba superó el récord de inscripciones, sobrepasando los 150 atletas. 

Gran nivel. La Subida al Pico de Navas surgió tras una apuesta entre amigos en 1965, cuando Felipe Gómez retó a Oriol Gómez a subir y bajar la cima en menos de 30 minutos. El joven logró la gesta de cubrir ese tortuoso recorrido en 24 minutos y 30 segundos. Lo que empezó como un juego hace 58 años se recuperó en 2008 para convertirse en una prueba deportiva única y exigente. 

El sábado, un joven de 15 años, Diego Sanz, no sólo rebajó aquella marca de hace más de medio siglo, con una salida fortísima, un poderoso ascenso y una bajada impresionante, sino que batió el récord local, destrozando el crono hasta los 22 minutos y 50 segundos. Segundo, casi dos minutos después (24,53), entró su hermano Alonso Sanz, el campeón de la pasada edición, y cerró el podio Iván Biryukov (26,35), que se subió al cajón en su primera participación en la prueba.

En féminas, Sandra de Pablo Lucas (31,00), asidua a la carrera y al podio, se erigió como la campeona tras ganar la batalla en el descenso a Elena García (segunda con un gran 31,26) y tercera entró su hermana Laura García (36,10). 

La XIVedición volvió a congregar a una gran cantidad de público -más de 2.000 personas-, que no paró de animar, entregado con el extraordinario esfuerzo de los atletas. Se habla de esa España que denominan vaciada, un fenómeno que afecta a numerosas poblaciones de la región y que azota con mucha más virulencia a esta bucólica zona, frontera entre las provincias de Burgos y Soria. Sin embargo, un centenar de niños (también récord de la prueba) ofrecieron una auténtica exhibición, corriendo en las carreras infantiles por las calles de la localidad, fomentando el espíritu deportivo entre los más pequeños y dejando patente que el futuro está garantizado. 

La Subida al Pico de Navas se organiza gracias al esfuerzo y buen hacer de los voluntarios que conforman el Club Deportivo y a las gentes del municipio que han situado a Navas del Pinar y a su emblemático Pico en un lugar privilegiado dentro del calendario nacional de trailrunning.