La muralla medieval que antaño sirvió para la defensa de la ciudad y que posteriormente condicionó el desarrollo urbano sigue pendiente de la aprobación de la tercera fase del plan director para decidir el calendario de actuaciones a desarrollar en los próximos años para su consolidación y su posterior impulso como recurso turístico. Sin embargo, aprovechando los fondos europeos obtenidos por el Ayuntamiento para la realización de planes de sostenibilidad turística en destino, la Concejalía de Medio Ambiente llevará a cabo una restauración ambiental desde el Arco de San Esteban hasta el Castillo por un montante de 676.000 euros. 

Estudios previos detectaron que el espacio intramuros se encuentra colmatado de tierras y es necesaria una intervención para estabilizar el terreno. También se llevarán a cabo labores de limpieza para mejorar el entorno. Cabe recordar que hasta noviembre de 2021 había en un aparcamiento irregular que se eliminó y posteriormente se restauró el terreno pero deberá actuarse más en profundidad.

Finalmente, se eliminará la vegetación que se ha desarrollado sin control en la ladera y que en algunos casos está ocultando la muralla en el Castillo. El objetivo es que la restauración ambiental haga más atractiva esta zona de la ciudad y se sume a los atractivos turistas. 

El concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño, aseguró que esta intervención complementa a la remodelación que se está llevando a cabo en la fortaleza del Castillo, que también logró fondos europeos dentro de este mismo programa. Las obras avanzan a buen ritmo e incluyen una recreación del palacio de Alfonso X y nuevos pabellones que acogerán salas de exposiciones para que la visita se alargue. 

La previsión es que las obras concluyan antes de final de año pero paralelamente será necesario encargar el plan de musealización y decidir cómo se gestionarán las visitas en el futuro. De este modo, tanto este verano como el próximo el Castillo permanece cerrado.

El equipo de Gobierno también trabaja para hacer visitables las ruinas de la antigua iglesia de San Román, que volaron los franceses durante el asedio de 1812, tras retomarse las excavaciones. «La idea es fomentar las visitas al Castillo y todo su entorno para potenciarlo como recurso turístico». 

beneficio para los vecinos. La actuación medioambiental prevista en el entorno de San Esteban no solo beneficiará a los turistas sino también a los vecinos. Llevan tiempo que advirtiendo de que las malas hierbas están tomando el arco y sus alrededores. También denuncian que hay bordillos rotos en las escaleras e incluso hay un antiguo vallado en el que pueden tropezarse los viandantes. De hecho, la Asociación de Vecinos Casco Histórico Alto ya trasladó al Ayuntamiento la necesidad de mejorar este entorno con fotos incluidas. 

El tramo de muralla comprendido entre el Arco de San Esteban y el Castillo se encuentra incluido dentro de un sistema general de espacios libres de uso público, lo que, unido a su catalogación como Bien de Interés Cultural (BIC) le otorga un grado de protección, tanto material como de conservación de su imagen muy importante.

Precisamente, en la segunda fase del plan director de la muralla se pone de manifiesto que este tramo tiene un aceptable grado de conservación y la intervención en el mismo está catalogada con prioridad media no como otros en los que se recomienda actuar de manera prioritaria como el Arco de San Martín, el lienzo y la torre frente a Capitanía (donde se colocó un cenador), el lienzo y torre que contiene un arco tabicado en San Lesmes, dos los lienzos y una torre del paseo de los Cubos y la calle Las Murallas. 

Los arquitectos a los que se adjudicó la redacción del documento ya entregaron hace meses la fase 3 que establece un cronograma y un coste de las actuaciones pero está en estudio por los técnicos municipales para darle el visto bueno.