Para buena parte de la población, ya comienza la rutina del nuevo año. Atrás quedan las navidades y sus celebraciones. Para aquellas personas que son amantes de esta época, ya quedan menos para que vuelvan. Para aquellos que las tengan aversión, por fin han acabado.
Pero independientemente de esto, lo que innegablemente es que vuelve la rutina. Se acabaron las comidas, cenas, tardeos, citas ineludibles… Ya volvemos a poner el reloj en hora normalizada y comienza a contar para hacer los buenos deseos y planes que hemos pensado para este 2025.
Es cierto que estas navidades nos han creado a la mayoría un desorden respecto al día en el que nos encontrábamos: hoy es lunes, miércoles, domingo…
Hoy, comienza otro trimestre que tiene como finalidad la Semana Santa. Sin quererlo, todos estamos ya pensando cuándo podremos tener unos días de vacaciones para relajarnos otra vez. Porque las navidades no siempre traen paz, tranquilidad y armonía.
Por ejemplo, las personas que tienen que cuidar a un familiar, durante estas fechas ( al igual que el resto del año) no pueden detener el tiempo para dedicarlo a descansar y disfrutar como el resto; lo mismo sucede con las personas que han continuado trabajando estos días (han disfrutado de los estrictamente marcados por el calendario laboral), las personas que tienen trabajos de primera necesidad (que tampoco han podido descansar debidamente de toda la tensión acumulada durante el año anterior).
Pero hoy, ya sí que comienza para todos la rutina. Con ello no quiere decir que llegue la apatía, la desazón, el aburrimiento… ni mucho menos. Ahora comienza el año (como de manera oficial para todos).
Los planes de salud (porque, aunque nos hayamos cuidado, seguro que la báscula nos muestra algún kilo de más), los de estudios, los de armonía mental, los de superación personal… tenemos, como se suele decir, un lienzo en blanco para poder comenzar a escribir lo que esperamos que sea este 2025.