Psiquiatría septuplica su lista de espera en Aranda

I.M.L./ Aranda de Duero
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El Hospital Santos Reyes cubre la plaza vacante de las 3 que tiene con especialistas que vienen del HUBU y que son facultativos diferentes en cada ocasión

La plantilla del hospital comarcal cuenta con dos plazas de psicología y tres de psiquiatría. - Foto: Valdivielso

La mayor visibilidad que ha logrado en el día a día la salud mental ha generado que la demanda de atención en este ámbito desborde este servicio especializado en Aranda y su comarca, tanto en el ámbito público como en el privado. Las cifras de la lista de espera de la consulta de Psiquiatría en el Hospital de los Santos Reyes es un claro reflejo de la mayor preocupación de los pacientes por este aspecto. En los últimos cinco años, el número de pacientes que está a la espera de que le atienda un especialista se ha multiplicado por siete, pasando de los 77 que había al finalizar junio de 2019 a los 297 de la misma fecha este año, con una curva de ascenso constante a lo largo de todos estos años.

Los vaivenes en la plantilla del área de Psiquiatría del hospital comarcal también ha contribuido a que el tiempo de espera para ser atendido se haya más que duplicado. La demora media para acudir a una primera consulta ha pasado de 67 a 144, lo que constituye un incremento del 114% en cinco años. En la actualidad, el Santos Reyes cuenta con dos de las tres plazas de Psiquiatría cubiertas por médicos en plantilla y la tercera con un facultativo que acude a pasar consulta desde Burgos, en la modalidad de «rotatorio externo», lo que significa que no viene siempre el mismo psiquiatra a atender pacientes ribereños. 

En el caso de Psicología, la única plaza hospitalaria está ocupada por un facultativo en plantilla al que «se ha conseguido sumar otro profesional más que hace las funciones de 'media plaza' estando la mitad de la semana desempeñando sus funciones», apuntan fuentes de Sanidad a esta redacción. 

Más allá de los altibajos en el número de especialistas disponibles para atender la salud mental de la comarca, desde Salud Mental Aranda apunta a que esta lista de espera desbocada también responde al incremento de la demanda por parte de los pacientes. «Si tomamos como referencia inicial 2019, tienes la pandemia de por medio, y eso se nota en el incremento de solicitudes porque se suma a los problemas que han aparecido las personas que han perdido el miedo a pedir ayuda, porque se ha hablado mucho de salud mental», apunta Eva Fernández Aylagas, directora de Salud Mental Aranda. 

La eliminación del estigma social que tuvieron los problemas de salud mental también tiene sus consecuencias en la cantidad de demandantes de atención en esta entidad privada. «Aquí somos 27 personas trabajando, entre ellas tres psicólogas, y tenemos una larga lista de espera en todos los servicios, sobre todo para una primera cita y la incorporación a los programas porque no hay plazas para todos», reconoce Fernández, ya que cuentan con «recursos limitados» para mantener los servicios, aunque no cesan de «buscar nuevas vías de financiación para poder incrementarlos» y atender al mayor número de personas posible. 

Los propios pacientes del servicio público de salud mental en la capital ribereña sufren en sus propias carnes la acumulación de trabajo en esta especialidad. «Otra vez me han vuelto a retrasar la cita, dos semanas más, y yo ya no sé qué hacer; mi médica me dice que siga con las pastillas hasta que me vea el psiquiatra, pero estas cosas no se solucionan con química, yo quiero que me vea un especialista ya», demanda una mujer que lleva cerca de tres meses en lista de espera. «Yo llevo ya dos consultas, porque estoy de baja por ansiedad, y me han visto dos médicos distintos. Llegas y tienes que volver a contarle otra vez todo», se queja un hombre sobre sus primeros contactos con esta consulta especializada.