El parón en las obras de reforma del Castillo se debe al necesario replanteamiento de la recreación del palacio que un día se levantó en el interior de la barbacana pero no se prolongará mucho: a comienzos del año que viene la actuación se retomará, ya con velocidad de crucero, para que el nuevo proyecto de la fortaleza esté concluido antes de un año. Y lo realizado hasta ahora era, aunque no lucido, imprescindible para acometer las actuaciones principales: se han retirado numerosos elementos y se ha ido poniendo los cimientos de los nuevos pabellones, muchos de los cuales se están construyendo en un taller.Asimismo, se ha hecho limpieza y consolidación de muros. Antonio Cámara, arquitecto municipal, apunta que se han retirado también barandillas y pasarelas, porque los itinerarios van a cambiar por completo, y se ha hecho la excavación de las distintas cimentaciones.

El pabellón que antes acogía un pequeño museo arqueológico se mantendrá (mejorando las zonas que están estropeadas) y se convertirá en un espacio calefactado porque acogerá aulas, aseos y una zona de descanso. Pueden verse los forjados ya realizados sobre los que se levantarán dos nuevos pabellones pero que se instalarán llegado el momento puesto que son prefabricados y ya se están realizando. También se ha limpiado y preparado el espacio en el que se erigirá la recreación volumétrica del palacio, que será una construcción pionera, explica Cámara.

«Al empezar con la construcción de la recreación volumétrica nos dimos cuenta de que el sistema que recogía el proyecto podía darnos problemas.Es un sistema constructivo muy singular; tanto, que no hay antecedentes. Los hay de escultura, pero no de arquitectura.El estudio que recogía el proyecto era experimental. Al ir a ejecutarlo, vimos que el sistema no era el más adecuado. Y eso ha requerido un ajuste, que supondrá un incremento económico.Estamos hablando de en torno al 12 por ciento. Se podía construir tal y como se había previsto, pero el problema radicaba en la durabilidad», señala el arquitecto. «Esto va a ser un edificio y queremos que dure. Por eso se ha parado ahora, porque queremos la mejor solución.Y se va a hacer».

La apuesta de este proyecto, indica Cámara, es que los visitantes no sientan que visitan las ruinas de un castillo, sino un castillo. «Se mejora el contenido expositivo y se va a ofrecer una idea de lo que era esta fortaleza». 

'Castillos en el aire'. La rehabilitación de la fortaleza se está realizando a partir del proyecto 'Castillos en el aire'. Se trata de una propuesta pensada para las personas, para la sociedad, para la ciudad; es un proyecto sostenible desde el punto de vista de la gestión, del mantenimiento y de la rentabilidad; accesible en todos los aspectos; educativo, emocionante, estimulante; comprensible, relevante, original y audaz que promete ser «un antes y un después» porque causará sorpresa y admiración. Estas son sus líneas maestras. Toda una esperanza de regeneración de una zona clave de la capital burgalesa. «Se busca devolver la dignidad al edificio, relanzándolo como hito urbano, y dotándolo de un programa turístico acorde a su importancia histórica. Para ello se intenta recuperar antiguos accesos y recorridos, nuevos volúmenes emplazados donde había volúmenes históricos, soportes para atrezos y ambientaciones, así como nueva infraestructura expositiva y administrativa para su posterior gestión turística, intentando convertir el castillo en un gran referente histórico y cultural», explican los autores del proyecto.

La propuesta es audaz. Según sus diseñadores, el conjunto de las intervenciones no tiene otro fin que dotar a la fortaleza de una nueva funcionalidad, generando nuevos espacios y perspectivas interiores, poniendo en valor los elementos más relevantes del yacimiento y readaptando en la medida de lo posible elementos de intervenciones previas. La propuesta plantea recuperar como recorrido principal de acceso al complejo la puerta medieval situada al sur de la fortaleza. Se pone en valor de este modo el ingreso histórico a la fortaleza. Para ello se propone una escenografía con la recreación de los cubos y la puerta medieval, creando superficies traslúcidas mediante la disposición de un conjunto de mallas de alambre rígidas. Se permitirá así experimentar la sensación de paso al patio de acceso y el posterior ascenso al patio de armas principal».