Para el Grupo Ureta Tizona una derrota parece que no significaría tanto como para el resto. Caer en la Final Four este fin de semana en Madrid no evitaría que la temporada del que es un recién ascendido a la categoría sea calificada, al menos, de sobresaliente... pero cuando estás a solo dos partidos de convertirte en equipo de la ACB todo invita a soñar. Y más cuando lo que parecía tan lejano ahora es real. El equipo de Diego Ocampo lucha hoy por un hueco en la gran final y lo hará contra el anfitrión, un equipo histórico y enorme en muchos sentidos como es el Movistar Estudiantes. Ambos se medirán en el Madrid Arena en la primera de las semifinales, que arrancará a las 17.30 horas y se podrá seguir en directo a través de La8 Burgos.
La fiesta parece montada para que el equipo colegial consiga el ascenso que se le ha resistido en las dos últimas temporadas. Juega en casa, llega motivado tras vencer al Betis en el play off previo y cuenta con una de las plantilla y uno de los entrenadores, Pedro Rivero, de más experiencia en la segunda categoría nacional. De hecho, el técnico segoviano ya ascendió con el Zunder Palencia el curso pasado a través de la final a cuatro disputada en el Coliseum. Por todo ello, el Tizona llega de tapado una vez más. Como más le gusta.
Y para aguar la fiesta en la capital, Diego Ocampo podrá contar con toda su plantilla a excepción del lesionado Joe Cremo y a pesar de que Mario Saint-Supéry y Arnau Parrado terminasen la serie previa, ante el Gipuzkoa Basket, con serios problemas físicos. Ambos tienen problemas en los tobillos y, de hecho, el joven base malagueño no entrenó hasta el jueves mientras que el ala-pívot catalán no fue capaz de completar la última sesión que realizó el equipo antes de viajar ayer por la mañana a tierras madrileñas. Sin embargo, inicialmente Ocampo cuenta con ambos para la convocatoria, de la que se podría volver a caer Sergi Huguet.
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Toda la temporada del Longevida San Pablo se reduce a tan solo dos partidos. El éxito o el fracaso, la gloria o el infierno. Por muy injusto que parezca, los grandes proyectos deportivos traen consigo grandes objetivos y el del conjunto burgalés ha sido siempre muy ambicioso. Todo el trabajo que se ha realizado en el club desde el pasado verano ha estado dirigido a conquistar el ascenso a la Liga Endesa, desde el presidente hasta al utillero pasando por el director deportivo o la gente de la oficina, así que a Jota Cuspinera y a sus hombres no les vale otro resultado que proclamarse campeones de la Final Four. Es un todo o nada en dos capítulos que comienza hoy -20.30 horas- con una semifinal a cara de perro contra el Força Lleida.
Un año después de caer en el Coliseum ante el Zunder Palencia en la gran final, el San Pablo está ante una nueva oportunidad de ascender por la siempre complicada y emocionante vía de la Final Four. Esta vez no tendrá el 'factor cancha' a su favor ni tampoco la presión que viene con ello, pues la batalla tendrá lugar en el Madrid Arena de la capital, pero sí estará acompañado por alrededor de 1.500 aficionados azulones. Además, llega a la cita con todos sus jugadores disponibles, una vez que Miha Lapornik ya se ha recuperado de sus problemas musculares. De hecho, el escolta esloveno ya disputó algunos minutos en el tercer y último envite del play off ante el Real Valladolid. Toda la plantilla, diseñada y retocada para ascender, llega lista a la hora de la verdad.
(Más información sobre los dos equipos, las plantillas de los cuatro contendientes y la opinión de las aficiones, en la edición impresa de este sábado de Diario de Burgos)