Años de súplicas y reuniones han logrado el efecto esperado por el Ayuntamiento de Frías, que ha conseguido los permisos pertinentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro para comenzar con los trabajos de limpieza de los márgenes del río y la retirada de la vegetación acumulada como consecuencia de las riadas.
Con «visión de futuro de cara a impulsar el turismo» y con la idea de que el río debería de «generar riqueza y no perjuicios», la anterior corporación inició unos trámites que se han alargado en el tiempo más de lo deseado. Finalmente, con el visto bueno del organismo de gestión, el actual equipo de gobierno podrá desarrollar uno de los proyectos más ambiciosos incluido en su programa electoral: la recuperación del entorno para habilitarlo como zona de baño y ocio.
El alcalde, Tomás Pérez, explica que la 'playa' de la ciudad más pequeña de España «volverá a ser un lugar adaptado para que los días más calurosos tanto los vecinos como los turistas dispongan de un espacio en plena naturaleza para refrescarse, además de para asar y descansar».
Entre las actuaciones a ejecutar, la que más urge, y por lo tanto es por la que han comenzado, consiste en apartar todos los troncos, ramas, piedras y montones de residuos acumulados en la parte derecha del puente medieval, que en las crecidas del caudal registradas en diciembre de 2021 y a principio de 2022 provocaron el derrumbe de parte de la estructura, ya reparada. A partir de entonces, mantendrán el área bien cuidada. «Pretendemos sustituir las mesas y bancos de hormigón repartidos por las zonas verdes porque llevan allí más de 20 años, y quizás también las barbacoas», aclara el regidor. Respecto a si en un futuro la localidad contará con piscinas municipales, Pérez lo descarta porque la «inversión requerida es muy alta y la temporada de baño demasiado corta».