El deporte y la solidaridad caminaron ayer de la mano. Más de 800 personas se dieron cita en la plaza del Rey San Fernando dispuestas a recorrer a buen paso cinco o diez kilómetros con el objetivo de recaudar fondos para las entidades sociales Síndrome de Down y la Asociación de Enfermos de Alzheimer de Burgos (Afabur). La carrera, organizada por Bridgestone y su club deportivo, permitió recaudar 8.420 euros.
Con algo menos de asistencia que en las dos anteriores ediciones, cuando se superó el millar de participantes, los corredores se dieron cita en torno a las diez de la mañana para realizar el calentamiento previo de cara al pistoletazo de salida media hora más tarde. Mientras tanto, un escenario dispuesto en la céntrica plaza de la Catedral amenizaba la espera con música y baile, este último gracias a la colaboración de los componentes de BurgoSalsón.
La representación de trabajadores de la planta burgalesa era amplia, aunque la asistencia a la marcha está abierta a toda la ciudadanía. Porque en esta prueba lo de menos es la competitividad y da igual que se vaya deprisa que despacio. No obstante, hubo clasificaciones y Rubén Castrillejo y Vanesa Arribas ocuparon el primer puesto en la modalidad de cinco kilómetros, mientras que José María Santamaría y Laura Segura hicieron lo propio en la de 10.
La principal novedad de la prueba fue el cambio de recorrido. En años pasados, la carrera salió de la sede de la propia fábrica, en el polígono de Gamonal, hasta finalizar en el paseo del Espolón. En esta ocasión, la marcha empezó y acabó en el centro, haciendo más partícipe a la ciudad de un evento que nació hace tres años con la intención de perpetuarse en el tiempo y convertirse en una cita habitual del calendario local de actividades. «Nuestra idea es continuar y poder seguir dedicando la carrera a otras entidades sociales», aseguró en la salida Diego Miñón, director de Recursos Humanos de la planta burgalesa.
Entre el público que animaban a los participantes se encontraban los máximos representantes de las asociaciones beneficiarias. Así, Luis Mayoral, de Síndrome de Down, alababa el gesto de que «se acuerden de las personas que pelean todos los días para salir adelante» y avanzaba su intención de seguir en contacto con la empresa para que pueda «regalarnos más carreras» en el futuro.
Destacó la sana relación entre el deporte y la solidaridad, por cuanto el primero tiene entre sus valores el de «ponerse en el lugar del otro», que es en lo que consiste, precisamente, el segundo. También Eloísa Bellostas, de Afabur, se refirió a ese perfecto tándem y sus positivas consecuencias, no sin antes elogiar la iniciativa y destacar la solidaridad de los burgaleses. «Los enfermos de alzheimer necesitan ‘mover’ la memoria para que no olviden», señaló, para después subrayar que «si el mundo se mueve» se «ganará la batalla a esta enfermedad», aunque sea «dentro de unos años».
La marcha solidaria arrancó en 2013, cuando recaudó más de 10.000 euros para el Banco de Alimentos. Prácticamente, la misma cantidad que el año pasado, aunque en esa ocasión los fondos recaudados fueron a parar a las asociaciones Aspanias, en su 50 aniversario, y Autismo Burgos.