La Ruta Quetzal es un viaje que reúne a estudiantes españoles para descubrir las culturas de los países que visiten. Este año tanto España como Portugal entran dentro de los destinos y dos jóvenes burgaleses podrán disfrutar del recorrido, conociendo a gente nueva y sumando una experiencia totalmente distinta. Álvaro Arangüena y Olivia San Martín son alumnos del IES Conde Diego Porcelos de cuarto de la ESO y, tras reunir todos los requisitos para la inscripción, ya están contando los días para emprender el camino.
Será el 29 de junio cuando salgan del municipio gallego de Villanueva de Arousa rumbo hacia la capital lusa. Eso les costará perderse las fiestas burgalesas pero confían en que merecerá la pena. Para poder participar en el desafío han tenido que sacar una nota muy alta, pues una de las condiciones para entrar era pasar el filtro de las calificaciones académicas (en su caso se acercan al 10). El resto ha sido el ánimo que han encontrado en profesores y amigos que ya habían completado la ruta.
«Estoy muy emocionada, porque tengo conocidos que la han podido hacer y me han dicho que les ha gustado mucho así que tengo muchas ganas», comenta Olivia San Martín. Las personas con las que se va a encontrar allí tienen entre 15 y 16 años e incluso ha podido coincidir con alguno en veranos anteriores. «El año pasado fui a un campamento y este año hay gente de ese campamento que también va así que les voy a poder volver a ver».
La joven no oculta que tiene las expectativas altas, aunque también la han hablado de la dureza que puede conllevar. «Para algunos que me han hablado ha sido la experiencia de su vida aunque también es cansado porque caminamos bastante y se sufre». El reto no solo consiste en completar el recorrido, también en encajar en el grupo y tener que relacionarse con otras personas. «Me ha ayudado mucho que mi amigo Álvaro también se animase a hacerla porque si hubiese tenido que ir yo sola me habría costado más. Creo que la gente va a ser muy maja, tenemos un grupo creado y vamos hablando».
Álvaro Arangüena es precisamente el otro alumno que tratará de guardar una vivencia que le quede grabada para toda su vida. «Espero conocer gente nueva y disfrutar de todos los lugares a los que vayamos; y vivir también una buena experiencia», declara Arangüena. Pese a eso no oculta que hay cosas a las que se va a tener que adaptar. «El único miedo quizás es ir allí y no conocer a tanta gente o no disfrutar tanto por echar de menos o no encajar bien con la gente».
Los dos tienen la suerte de que su profesora de música, María Corbí, realizó la expedición y les ha podido servir de apoyo. «Nuestra profesora de música nos animó a apuntarnos y después también la hermana de una amiga que estuvo hace dos años y que se lo pasó muy bien», apunta el joven. Corbí recuerda su Ruta Quetzal ya lejana, en su caso fueron hasta sudamérica 40 días.
Este año lo harán en 14 jornadas. Además contarán con la ventaja de que únicamente les dejarán coger el móvil durante 15 minutos cada dos días. Esto les ayudará a profundizar las relaciones personales lejos de unas pantallas que a veces privan de salir al mundo real. Galicia, Portugal y Extremadura esperan ya a ser descubiertas y tanto Olivia San Martín como Álvaro Arangüena aguardan el momento de comenzar el viaje.