Aunque el cuidado de las instalaciones deportivas ya es un reto y ponerlas al día requiere de un notable esfuerzo económico, los partidos políticos, sin excepción, no se resisten en sus programas electorales a prometer nuevas dotaciones por toda la ciudad. El del PP es, en este apartado, seguramente el más ambicioso, aunque corre el riesgo de no poder cumplir sus objetivos.

Es cierto que en cuanto a la ejecución de obras, rebajan ligeramente sus pretensiones, aunque tampoco demasiado, ya que prometen que «ejecutaremos la actuación integral de mejora en el complejo deportivo de San Pedro y San Felices», «haremos un campo de vóley-playa», «un nuevo recinto deportivo en la parcela de Artillería, que incluirá una piscina» y en el velódromo de San Cristóbal «construiremos una pista multiusos para deportes en exteriores y lo complementaremos con una de skate». A lo que hay que añadir los compromisos por «mejorar el polideportivo Mariano Gaspar», por «reformar totalmente el campo de fútbol de tierra del Río Vena»...

Más prudentes, aunque la exigencia también es grande, son los populares cuando aseguran en su programa que «comenzaremos la tramitación para construir una gran instalación deportiva en la zona de Capiscol que acogerá unas pistas de pádel, y en el que se transformarán los campos de arena en campos de hierba artificial».

Del mismo modo, defienden que «iniciaremos la planificación para construir un gran complejo deportivo en la parcela de los antiguos depósitos de CLH».

No se tratan precisamente de proyectos pequeños y la realidad suele demostrarse bastante más tozuda. El anterior equipo de Gobierno dedicó cuatro años para poder arreglar la piscina familiar del Plantío y nada pudo hacer para sacar adelante el polideportivo de San Pedro y San Felices. Sí pudo ejecutar obras de reforma y de mejora, pero no nuevas instalaciones.