El nuevo coordinador regional de COAG Castilla y León, Lorenzo Rivera, rechazó hoy la reforma de la PAC y exigió que las ayudas vayan a los profesionales del campo, porque muchas explotaciones serán inviables con la subida de los costes energéticos y de los fertilizantes. En este sentido, explicó que en la Comunidad, se consumen cada año 1,1 millones de toneladas de fertilizantes, que si antes costaban 429 millones ahora se han encarecido en otros 350, lo que supone 770 millones, el equivalente al 77 por ciento de las ayudas PAC que llegan a Castilla y León.
El zamorano Lorenzo Rivera salió elegido nuevo coordinador regional de COAG Castilla y León, durante la celebración del IV Congreso de la organización en Valladolid, en sustitución del histórico salmantino Aurelio Pérez, que abandona el cargo por enfermedad.
Rivera estuvo arropado por el dirigente nacional de la formación, el también zamorano Miguel Blanco, junto a los consejeros de Agricultura y Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Jesús Jesús Julio Carnero y Juan Carlos Suárez-Quiñones; el secretario autonómico del PSOE, Luis Tudanca; otros dirigentes agrarios, como el secretario de UPA en la Comunidad, Aurelio Delegado; o la exconsejera segoviana Silvia Clemente.
Lorenzo Rivera estará al frente de la opa los próximos cuatro años con “seriedad, responsabilidad y valentía” y el reto de defender al sector agrario y a los profesionales que lo integran porque “conoce a la perfección” el campo. Aseveró que lleva 35 años en COAG y vive en el medio rural donde cuenta con una explotación.
Rivera centró buena parte de su intervención ante los medios en rechazar la nueva PAC, porque “las ayudas no pueden irse a personas que no viven de la agricultura y la ganadería”, dijo, y advirtió de que los buenos precios actuales de los cereales no están garantizados y una bajada, acabaría con muchas explotaciones en un contexto de escalada de los coste de producción.
El dirigente agrario cargó contra una reforma que olvida a los profesionales del sector y desaprovecha una gran oportunidad, para corregir el hecho de que cerca de 250.000 perceptores PAC de los 650.000 que hay en España, cuya actividad agraria es insignificante (menos del diez de sus ingresos totales), además de la ayuda básica reconocida, tengan también acceso a las ayudas redistributivas, asociadas y ecoesquemas, sin que haya ningún tipo de priorización para los agricultores profesionales. “Se consolidaría así un trasvase de ayudas del verdadero profesional, que vive exclusivamente de su trabajo en el campo y genera desarrollo económico y social en el medio rural, a aquellos falsos activos y absentistas que viven de otras actividades ajenas al sector. No puede recibir más ayudas un pluriempleado que un profesional del sector”, dijo.
Asimismo, criticó que la reforma tampoco contempla ayuda alguna para los mercados, cuando el 70 por ciento de sus ingresos dependen de su evolución. Frente a esto, denunció que se contemplan acuerdos con terceros países, para que entren todo tipo de productos sin control, fomentando el dumping a los productores europeos, que asumen múltiples controles.
Lorenzo Rivera defendió la actividad agraria y ganadera y constató que “vivir una profesión sin pasión, no tiene sentido”. Al respecto, recalcó, como en el lema del congreso celebrado en la Feria de Valladolid, que crean alimentos y protegen la tierra, para sentenciar que son “la solución a la contaminación” por el efecto sumidero de sus plantaciones. “No se por qué no se ha ganado todavía esta batalla que se libra”, dijo.
Por último, criticó la criminalización que sufre el sector ganadero y la situación “muy complicada” por la que atraviesa por el encarecimiento de los piensos y la caída de los precios, con unas políticas de la UE, que “no ayudan” a elevar el valor de las producciones ni de carne ni de leche.