Las monjas de la comunidad clarisa de Belorado se mantienen firmes y no parecen dispuestas a entregar en el plazo de dos días un juego de llaves del monasterio al Comisario Pontificio, cargo para el que la Santa Sede ha nombrado al arzobispo de la Diócesis de Burgos, Mario Iceta. Así lo manifestaba ayer en nombre de las religiosas José Ceacero, ayudante del falso obispo Pablo de Rojas, 'tutor' de las religiosas levantiscas.
El requerimiento para que la comunidad entregue las llaves -que no para abandonar el convento, aclaran desde el Arzobispado-, además del libro de cuentas y el sello de la entidad, se realizó a las monjas el jueves cuando una delegación de la entidad eclesiástica de Burgos se personó en el convento, acompañada de la notaria civil María Rosario Garrido, que fue a la única a la que se permitió el acceso, y que entregó los correspondientes requirimientos, tanto civiles como canónicos.
Este requerimiento administrativo no fue el único que se notificó a las monjas, sino que igualmente se las entregó a cada una de ellas una citación canónica para comparecer en el plazo de 10 días en un tribunal eclesiástico para ser consultadas sobre su posición, que si fuera la de ratificarse en la decisión de abandonar la Iglesia Católica, supondría su excomunión, según explica José Ceacero, quien avanza que tampoco comparecerán ante ese tribunal.
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