La sombra de la 'granja del terror' de Quintanilla del Coco se alarga desde que en noviembre de 2023 el Observatorio de Bienestar Animal destapara una serie de irregularidades con unas impactantes imágenes en las que había escenas de canibalismo, lechones agónicos y cerdos con enormes hernias, entre otros hallazgos. Anoche, los activistas de OBA realizaron una acción protesta en Burgos capital, con la fachada de Santa María de la Catedral como gran pantalla, para reclamar el cierre inmediato de la explotación porcina y la continuación de la investigación judicial hasta las últimas consecuencias.
Tras la publicación de esta investigación, AENOR retiró el sello Welfair, una certificación independiente que garantiza los requisitos de bienestar animal, a la granja, pese a que la última auditoría, realizada solo unos meses antes, no había detectado ningún problema. La ONG presentó una denuncia por presuntos delitos de maltrato animal con agravantes de acción por omisión y muerte; y presunto delito contra el medioambiente, y el Juzgado de Lerma abrió diligencias, tras recibir entre otros informes uno del Seprona de la Guardia Civil en el que se reconoce que ""la granja inspeccionada y la que se presenta en el video, aparecido en redes sociales, es la misma, al coincidir en la mayoría de los escenarios".
Ahora, alertan del peligro de que la causa se archive a pesar de las contundentes imágenes publicadas. Según publicó Diario de Burgos, la Fiscalía Provincial de Burgos se encuentra a la espera de recibir un informe detallado de AENOR sobre las razones por las que retiraron la certificación a la explotación para decidir si continúan las diligencias por presuntos delitos de maltrato animal y contra el medioambiente, aseguran desde OBA.
Anoche, martes 16 de julio, activistas por la protección animal proyectaron las duras imágenes del reportaje de investigación en la Catedral de Burgos para alertar a los consumidores sobre esta grave situación y exigir que el proceso judicial continúe. En palabras de Julia Elizalde, mánager de campañas de OBA, "existen pruebas sólidas de que los dueños y operarios desatendieron sistemáticamente a miles de animales. Se observaron decenas de lechones agónicos y cerdos con enormes hernias. Incluso se documentó cómo uno de los cerdos fue abandonado fuera de la explotación y agonizó hasta morir", asegura en un comunicado remitido por la organización animalista.