Durante las últimas noches, la línea de alta velocidad que conecta Burgos con Venta de Baños ha acogido una vez más -y van ya unas cuantas desde finales de 2020- las pruebas de homologación de los trenes Avril que Talgo ha fabricado para Renfe. A falta de nuevas frecuencias para conectar la ciudad castellana con Madrid y dar, de este modo, respuesta a las crecientes demandas de los viajeros, especialmente a los que viajan a primera hora de la mañana para trabajar en la capital de España, el operador ferroviario sigue dando cuenta de la línea de alta velocidad castellana para que sus nuevos modelos se fogueen antes de dar el salto a los servicios comerciales.
Las pruebas que se están realizando, responsabilidad de Talgo, se suman a la larga lista de ensayos que esta compañía ferroviaria ha practicado en territorio burgalés en los últimos años. La ausencia de trenes en horario nocturno y las características de la plataforma y de la estación -son pocos los trenes que pasan la noche en ella- permiten que la LAV Venta de Baños-Burgos sea óptima para estos exámenes.
En concreto se están testando los modelos de la serie 106 entre Rosa Manzano y el puesto de adelantamiento y estacionamiento de trenes (PAET) a la altura de Revilla Vallejera. Aunque una vez que se entreguen a su cliente -Renfe- tanto los maquinistas como los propios modelos estarán muy familiarizados con este trazado, parece ser que la LAV no entra dentro de los planes del Ministerio de Transportes a la hora de asignar algún surco de estos trenes. Desde Madrid piensan destinar este moderno material, con 507 plazas (581 en clase única), a corredores como el que llega a Galicia o el recién estrenado a Asturias.
(Más información, en la edición impresa de este martes de Diario de Burgos o aquí)