El riesgo de atropello en grandes vías urbanas por la velocidad que alcanzan los vehículos ha llevado al área de Movilidad del Ayuntamiento a recuperar viejas herramientas que siempre han dado resultado para proteger al peatón, como son los semáforos. La avenida Esteban Sáez Alvarado acaba de estrenar uno en la confluencia con Lazarillo de Tormes que se activará solo a demanda de los peatones. Es decir, estará en verde en todo momento salvo cuando un viandante se disponga a cruzar y apriete el botón, momento en el que el disco se pondrá en rojo para los automóviles.

La instalación del semáforo en ese punto no es casual, ya que ese lugar se produjo un atropello mortal en enero de 2022. Una mujer de 67 años fallecía después de que la arrollara un coche, que la lanzó 15 metros hacia delante cuando cruzaba por el paso de cebra situado frente al número 49 de Sáez Alvarado. Se da la circunstancia de que en esta avenida, algo más adelante, hay un radar fijo, pero las velocidades a las que llegan los coches hacen de ella una vía de mucho riesgo para los peatones.

Por el momento el área de Movilidad no tiene previsto instalar semáforos en más puntos, pero desde allí advierten de que colocarán más a instancias de la Policía Local cuando detecte otros lugares de riesgo para el peatón por la velocidad de los coches. No obstante, recuerdan que hay un plan para dotar de más seguridad a 58 pasos de cebra de la ciudad.  

Las áreas de Seguridad Ciudadana y Tráfico se unieron hace un año y medio para elaborar un listado de pasos de peatones susceptibles de mejora para reducir el riesgo de atropello. Una relación de 58 puntos que el Ayuntamiento de Burgos presentó, a finales de 2022, en la convocatoria de subvenciones de fondos europeos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. La idea era incrementar la visibilidad y, sobre todo, la iluminación de estos cruces. La administración central dio el año pasado el visto bueno al proyecto, por valor de 1,2 millones de euros. Pero todavía no se ha licitado ni adjudicado en el Ayuntamiento.

El listado incluye pasos de peatones de diferentes barrios de la ciudad y no se centra en una zona concreta. Entre esos 58 puntos, destacan el de la calle Santa Bárbara con Lavaderos (hay más de un atropello), en la calle Madrid número 2 (Plaza Vega), Doctor Fleming número 1 (junto al MEH) o Molinillo número 13 (donde confluyen tres centros y numerosos escolares). Y es que el informe elaborado por las diferentes áreas municipales basaba las condiciones de mejora en base a circunstancias que reducen la visibilidad, principalmente la baja iluminación, o su ubicación en lugares cercanos a colegios, hospitales, centros de la tercera edad y otras dotaciones de colectivos vulnerables.

Este proyecto vino a suplir una idea inicial del equipo de Gobierno municipal anterior, que planteó redactar un catálogo de puntos negros tras incrementarse los atropellos y producirse cuatro muertes en un mes. Sin embargo, tras analizar diferentes pasos de la ciudad, los técnicos concluyeron que ninguno de ellos tenía una casuística específica que explicara este fenómeno. Lo que sí se concluyó es que había algunas zonas que necesitaban más iluminación. Por eso, una vez que Europa ha dado el visto bueno a esa subvención de 1,2 millones de euros, la idea es implantar señalización dinámica (pasos de cebra inteligentes, por ejemplo), o iluminación extra en los mencionados 58 puntos.