El futuro de Lear Ara y de sus 274 trabajadores se tensa al máximo antes de que siquiera se vislumbre cómo puede ser ese futuro: si va a haber más carga de trabajo o si, como muchos temen o se empeñan en temer, la multinacional norteamericana termina recurriendo a los despidos por el final de su contrato con Mercedes. Dicho esto, algo ha quedado claro esta semana: la mediación del Serla no ha servido y el comité de empresa ha optado por la línea dura: convocando en la jornada de ayer una huelga indefinida a partir del jueves 4.

El objetivo de esta movilización en plenas fiestas patronales es presionar a la dirección para que presente el anunciado plan social de una vez por todas, el documento negociado y pactado en el que se detalle y cuantifique la protección social y económica que se dará a cada uno de los trabajadores que sean sacrificados en el caso de que fallen los pedidos en los próximos años.

Lógicamente, a día de hoy nada se ha confirmado de si Lear Ara continuará produciendo asientos para la planta de Mercedes Benz en Vitoria a partir de junio de 2026 o para cualquier otro modelo. Es más, en algún momento se ha planteado la posibilidad de que el contrato de los asientos de la furgoneta Vito se extienda hasta mediados de 2027, aunque no hay documento que confirme esta posibilidad.

La dirección de la empresa, según quedó patente en la reunión del Serla, asegura que no puede pactar un plan económico con los trabajadores sin que este tenga reflejo en las cuentas de la fábrica y sin provisionar el total del montante del plan social. 

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