El sendero botánico de Atapuerca se vuelve circular

I.L.H.
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El proyecto suma la senda del camino de las rozas, al otro lado de la Trinchera, cerrando el círculo. La iniciativa concluirá dentro de 2 años con 2 miradores a la altura de Cueva Fantasma y otro tramo que conecta con El Silo y un roble de 400 años.

"Un proyecto integrador de ecología, cultura, ciencia y evolución". Así define Eudald Carbonell, codirector del Equipo de Investigación de Atapuerca, las iniciativas que se suman a la investigación científica, como lo es el sendero botánico del que hoy se ha inaugurado otro tramo. Hablamos de la senda del conocido como camino de las rozas, que discurre por el lado derecho de la Trinchera del Ferrocarril (observado desde el aparcamiento). Este tramo se suma al del año pasado, que se iniciaba en el otro extremo de la Trinchera y finalizaba en un puente que cruza los yacimientos. De esta manera el sendero botánico se vuelve circular.

Aún así, a la iniciativa le quedan aún dos años de trabajo para obtener los 3 kilómetros que esperan acondicionar. Por un lado, desde el camino de las rozas se ascenderá hasta Cueva Fantasma, donde se habilitarán dos miradores, y hacia el otro lado se añadirá un tramo que lo conectará con la Cueva de El Silo, donde irá otro mirador. Desde aquí, el camino continuará hasta el conocido como 'viejo roble', un árbol con 400 años de historia que es ya un referente de Atapuerca porque a su sombra el ilustrador Mauricio Antón ha dibujado a los individuos que aparecieron en la Sima de los Huesos.

De momento en el tramo inaugurado hoy hay carteles que señalan los yacimientos subterráneos que 'pisa' el sendero y el tipo de vegetación. Además se ha acondicionado una antigua cantera como espacio de reflexión sobre la especie humana.

Estas actuaciones se enmarcan en el convenio de colaboración firmado en 2016 por la Fundación caja de Burgos, la Obra Social ‘La Caixa’ y la Fundación Atapuerca para realizar actuaciones en el sendero botánico.