La Sociedad Aguas de Burgos diseñó un ambicioso plan quinquenal de inversiones para modernizar la red y las infraestructuras vinculadas a ella por un total de 55,6 millones de euros, argumento con el que justificó la subida de la tasa para domicilios e industrias en un 9,5% para este ejercicio.
A lo largo de 2024 el objetivo marcado era invertir 14,3 millones, pero llegados al ecuador del año solo se han ejecutado 1.715.145 euros de las actuaciones previstas (un 12%), es decir las realizadas y facturadas (se incluye el convenio con el alfoz sur), según se puso de manifiesto en consejo de administración. Así, por ejemplo, se han ejecutado 70.000 euros en herramientas de digitalización, 500.000 en ampliaciones de la red y 675.900 en la adquisición de material de obra. De modo que toca pisar el acelerador para licitar las 37 actuaciones comprometidas y valoradas en unos 22,5 millones para cumplir con la promesa de ejecutar 14,4 millones reservados en los presupuestos de este ejercicio.
Según el informe dado a conocer a los consejeros, además de la cifra reseñada, hay en ejecución (actuaciones contratadas o aprobadas para su contratación y no ejecutadas un total de 3,34 millones (22%), de los que 361.200 son para dar continuidad a la telelectura, 102.000 para adquirir equipos informáticos, 500.000 para ampliación de la red y 935.000 para comprar material. También están en licitación (en periodo de trámites o aprobadas para su publicación actuaciones por 8,2 millones (52%). Finalmente se están elaborando pliegos o proyectos por 4,95 millones (9%).
Dentro de los proyectos que se han ido ejecutando hasta ahora están la monitorización de la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) de Arlanzón o la extensión del sistema de telelectura de los contadores. Cabe recordar que la Sociedad Municipal recibió 7,9 millones de fondos europeos para el proyecto Digitaguabur, que incluye un plan de reducción de fugas y actuaciones específicas para rebajar las pérdidas de agua. Los 4 millones que destina a esa finalidad contemplan el despliegue de tecnologías avanzadas en detección de fugas, la adquisición de una plataforma digital para que con el modelado de la red se organicen las inversiones de manera prioritaria y actuaciones de control de la gestión dinámica de las presiones en la red.
La medición de consumos con mejores contadores de telelectura es otro de los apartados, así como la creación de «gemelos digitales» con el objetivo de anticiparse a los problemas que puedan surgir y disponer de alertas en caso de fugas.El desarrollo de este proyecto deberá estar concluido a 31 de diciembre de 2025.