La detención de un menor, tras un forcejeo que se inició por llevar la mascarilla mal puesta, ha generado mucha polémica. La noticia adelantada por DB corrió ayer como la pólvora, suscitando un arduo debate que ha alcanzado relevancia nacional, sobre si la contundente actuación policial estaba justificada. «Es llamativa pero adecuada y proporcional a los hechos», asegura Pablo Gómez, concejal de Seguridad Ciudadana, quien entiende que el vídeo en el que se ve a un agente inmovilizar contra el suelo al chico de 14 años «está descontextualizado».
En las imágenes solo se capta el momento en el que el joven es reducido «pero falta lo más importante, lo que pasó antes». Según la versión policial, tanto el menor como la madre del mismo, mostraron una actitud agresiva al ser identificados e incluso agredieron a los agentes. En el atestado se refleja que fue después de que se intentara golpear con una cadena de perro a los policías cuando se procedió a la contundente detención que se observa en el vídeo, y que se empleó la fuerza porque el arrestado opuso resistencia.
Sin embargo, hay quienes consideran que es una intervención desmedida al tener solo 14 años el implicado. «Respaldamos la actuación y reitero que solo se ha difundido un trozo de la misma. Antes de juzgar es necesario conocer las dos versiones», remarca Gómez, que pone el departamento jurídico municipal al servicio de los policías por si quieren emprender acciones legales más allá de la denuncia que ha sido presentada contra la madre por agresiones y amenazas.
También CSIF cierra filas con los agentes. «Hasta en las redes sociales hay testigos que respaldan lo que dice la denuncia», afirman desde el sindicato. Además aseguran que se trata de una familia conflictiva que reside en un piso okupado en el centro de la ciudad, en el que últimamente han tenido que intervenir en más de una ocasión por temas de violencia, y que el menor acumula «varias sanciones por saltarse el confinamiento durante el estado de alarma». Para el CSIF, lo que muestra el vídeo es un «procedimiento habitual» en los casos en los que la persona opone resistencia de manera continuada a ser esposado.
El agente que inmovilizó al menor y que se lleva el golpe de la madre mientras le tiene retenido en el suelo, recibió ayer la baja laboral por la lesión sufrida en el pómulo.
Por otro lado, la familia del menor cree que el mal uso de la mascarilla solo fue una excusa. «Le tenían fichado y han aprovechado la ocasión», asegura un tío del joven, que contradice la versión de que fue el chico el que inició el forcejeo con los agentes y que pide que se revisen las cámaras de la zona para observar la secuencia entera y salir de dudas.
«Tenía la mascarilla puesta en el cuello, porque hasta en las imágenes en las que ya está en el suelo inmovilizado se ve que la lleva, pero se bajan de la patrulla directamente como unas fieras a por él», sostiene.
Según su relato de los hechos, al ver a su hijo en problemas, la madre intervino e incluso admite que golpeó al policía, aunque no con la fuerza suficiente como para provocar las lesiones que se reflejan en el parte. «Es cierto que le da un golpecito por la espalda, como diciendo ‘te estás pasando, suéltale’. No le da patadas ni puñetazos como dicen en la denuncia».
[Más información en la edición impresa]